28 enero 2009

Obama, de 'verde'

EDITORIAL EL PAÍS
Barack Obama ha decidido imprimir un vertiginoso ritmo de reformas a sus primeros días en la Casa Blanca y, en otro contraste con la Administración precedente, firmó el pasado lunes varias órdenes ejecutivas que servirán de base a una "nueva economía de la energía". Al amparo de esta fórmula, Obama se ha propuesto hacer de la necesidad virtud. O por mejor decir, de las múltiples necesidades que han aflorado con la crisis económica y la inestabilidad política internacional. La lucha contra el cambio climático, desatendida e incluso despreciada bajo el mandato de Bush, ha sido adoptada ahora no sólo como bandera, sino también como guía de acción en varias direcciones.
El plan fijado por Obama pretende recuperar terreno en ámbitos que, como la eficiencia energética o el uso de las energías renovables, vienen preocupando desde hace años a los Gobiernos de los principales países desarrollados. Por lo que se refiere a la industria automovilística norteamericana, el plan llega en un momento de excepción. Se podría pensar que los estándares de consumo de combustible aprobados por Obama significarán un coste adicional que profundizará las dificultades del sector, y así lo hicieron saber en el pasado algunas grandes firmas ante intentos de reforma más tímidos que el actual. Pero las previsiones de la Casa Blanca son exactamente las contrarias: las nuevas reglas, además de las ayudas concedidas, se traducirán en la necesaria y urgente renovación de esta industria y, sobre todo, de su producto, el automóvil.
El compromiso de Obama contra el cambio climático podría tener, por otro lado, importantes repercusiones en la política exterior de Estados Unidos. Entre los nombramientos de estos días se encuentra el de Todd Stern como responsable del Departamento de Estado para los asuntos de medioambiente; Stern fue el negociador norteamericano de los acuerdos de Kioto, que posteriormente Washington rechazó ratificar, y que tampoco obliga a China e India. Obama se ha comprometido a revisar esta posición y solicitar otro tanto de estos dos países que, como Estados Unidos, se encuentran a la cabeza de los más contaminantes.
Pero el principal mensaje político de este giro en materia energética se dirige hacia los productores de petróleo. Reducir la dependencia de Estados Unidos hacia el crudo del Golfo significa, entre otras cosas, poner límite a un flujo de dólares que ha marcado decisivamente la economía y las relaciones internacionales de las últimas décadas. Y eso sin tomar en consideración el margen de maniobra que Washington podría adquirir en una región donde, sin duda, se están decidiendo la paz y la seguridad mundiales. Obama parece establecer una sutil aunque inequívoca relación entre la lucha contra el cambio climático y una mayor libertad de acción para Estados Unidos, hasta ahora obligado a considerar como aliados políticos a regímenes de los que, sobre todo, es rehén energético.

EL PAÍS, Jueves 28 de enero de 2009

Obama pone en marcha sus primeras medidas contra el cambio climático

Tatiana López
Prometió cambiar las cosas y va camino de ello. Barack Obama detalló ayer parte de su política medioambiental destinada a reducir la dependencia energética de EE.UU. del petróleo y a reducir las emisiones de gases contaminantes. En un nuevo distanciamiento de George W. Bush, que negó hasta casi el fin de su mandato la existencia del cambio climático, Obama prometió que su país liderará la lucha mundial contra el calentamiento global.
El presidente de EE.UU. comenzó su intervención ante la prensa señalando que el cambio climático supone «un grave problema para seguridad nacional». Es por eso que su Administración propondrá nuevos estándares a la industria automovilística para que produzca vehículos de menos consumo para el 2011. Además, y en un claro desafío a las decisiones tomadas por el anterior Gobierno, el líder demócrata pidió a a la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) que reconsidere la petición del estado de California de poner sus propios límites a las emisiones de gases invernaderos, un proceso que Bush paró en seco. Aunque con este movimiento no se garantiza que California vaya a poder disfrutar de autonomía a la hora de poner coto a la industria automovilística, lo cierto es que esta decisión abre la puerta a otros 12 estados que también solicitaron en su día poder regular su propia contaminación a falta de una política federal coherente.
«No se negarán los hechos»
A este respecto, Obama quiso dejar claro que con él «se acabaron los días en que el Capitolio daba largas al problema, ya que mi Administración no negará los hechos, sino que se dejará guiar por ellos». Con esta postura, espera además contentar a centenares de grupos ecologistas, que siempre han denunciado que la política medioambiental de EE.UU., el segundo país emisor de gases invernadero, no atendía en realidad a las necesidades de los ciudadanos sino a determinados grupos de interés
«No vamos a ser rehenes de recursos que se están agotando, de Gobiernos hostiles, y de una tierra que se calienta», concluyó el mandatario, cuyo plan incluye el desarrollo de una nueva industria verde que pueda crear millones de nuevos empleos.
Precisamente, buena parte de esas inversiones saldrían directamente del nuevo plan de estímulo económico propuesto por Obama y cuya primera votación está previsto que se celebre mañana en el Senado. Sin embargo, y antes de que los congresistas se decidan a dar el visto bueno al paquete de medidas financieras, el Congreso deberá determinar si acepta la nominación del nuevo secretario del Tesoro, Timothy Geithner, cuya confirmación oficial estaba prevista en el Senado al cierre de esta edición.
Geithner, que la semana pasada logró el sí del Comité de Finanzas de la Cámara alta por 18 votos contra cinco, podría encontrar alguna resistencia entre los republicanos por las supuestas irregularidades cometidas por el economista en su pago de impuesto hace años .
Un problema al que podría enfrentarse también el designado como fiscal general del país, Eric Holder, cuya nominación fue bloqueada la semana pasada por los republicanos después de que algunos mostraran su preocupación por su falta de imparcialidad en el cargo.
Menos problemas ha tenido la nueva embajadora ante la ONU, Susan Rice, que ayer estrenó su cargo pidiendo una reforma de la organización mundial que la haga más «eficiente y efectiva». «Las Naciones Unidas es una institución de importancia vital. Tiene un gran potencial, pero aún necesita grandes mejoras», aseguró Rice, conocida por sus grandes divergencias con la Administración Bush.

LA VOZ DE GALICIA, Martes 27 de enero de 2009

La merma de hielo antártico aboca a la extinción al pingüino emperador

EUROPA PRESS - Madrid -
Los pingüinos emperador (Aptenodytes forsteri) podrían dirigirse a la extinción hacia el 2100 si el hielo marino de la Antártida se reduce tal como proyectan las actuales previsiones, según un estudio de la Institución Oceanográfica de Woods Hole en Estados Unidos. La investigación se publica esta semana en la edición digital de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los investigadores explican que el hielo marino es esencial para el ciclo de vida del pingüino emperador, ya que estos animales lo utilizan para la cría, su alimentación y alimentarse y para mudar de plumas.
Los autores combinaron datos de población de una colonia de pingüino emperador en Terre Adelie (Antártida) de 1962 a 2005, y las previsiones de hielo marino basadas en el Cuarto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático para llegar a estos posibles resultados sobre la población de estos animales.
Si el hielo marino se reduce en la Antártida como se prevé, los pingüinos emperador de Terre Adelie se espera que disminuyan de más de 6.000 parejas de cría a aproximadamente unas 400 parejas para final de siglo. La probabilidad de que una casi extinción como esta suceda, ya que se sugiere una disminución del 95% o más de la población, es de aproximadamente el 40% para el año 2100.
Para evitar la extinción, los pingüinos emperadores deben adaptarse, llegando a la colonia de cría antes, poniendo antes los huevos o migrando. Pero a diferencia de otras especies de aves de la Antártida que han alterado sus ciclos vitales, los pingüinos emperador han mostrado ser lentos en los cambios.
EL PAÍS, Martes 27 de enero de 2009

Los daños atmosféricos por las emisiones de CO2 son irreversibles

EFE - Washington -
Las alteraciones atmosféricas causadas por las emisiones de dióxido de carbono son irreversibles, asegura un estudio difundido hoy por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Según la investigadora Susan Solomon, la eliminación de ese gas contaminante de la atmósfera de forma inmediata no ayudaría a remediar la actual situación.
Para que el planeta recupere las temperaturas normales pasarán al menos mil años, pues estas se mantendrán durante mucho tiempo en los mares, señaló Solomon en su estudio. Añadió que es falsa la presunción de que el cambio climático plantea riesgos menores y que los cambios podrían revertirse en unas pocas décadas.
"Los cambios climáticos son irreversibles, debido a que las emisiones de dióxido de carbono ya están ocurriendo", señaló Solomon, científica del Laboratorio de Investigaciones de la Tierra en la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Los cambios se centran principalmente en el aumento de las temperaturas, pero también en las modificaciones de las lluvias en la zona del Mediterráneo, el sur de Africa y la región suroccidental de Norteamérica. El clima más cálido también ha causado una expansión oceánica, la cual podría aumentar como resultado del deshielo acelerado en Groenlandia y en la Antártida, según los meteorólogos.
El calentamiento global es causado por el aumento de los gases invernadero en la atmósfera que acumulan el calor procedente de la radiación solar. Uno de los gases más importantes de ese efecto invernadero es el dióxido de carbono (CO2) producido por las emisiones de los motores que funcionan alimentados por combustibles no renovables como el petróleo.
La investigadora ofreció posteriormente una conferencia de prensa telefónica en la que aseguró que es preciso tomar medidas de inmediato para impedir que los daños sean todavía peores. "La gente ha pensado que si dejamos de emitir dióxido de carbono, el clima volverá a la normalidad en 100 años o 200 años. Eso no es verdad", afirmó. "El cambio climático (que está ocurriendo) es lento, pero también es imparable y por ello hay que actuar ahora para que la situación no empeore", explicó.
EL PAÍS, Martes 27 de enero de 2009

22 enero 2009

La plataforma de hielo gigante pende de un hilo

EL PAÍS

La gran barrera de hielo antártico Wilkins -con un tamaño similar al de Navarra- está a punto de derrumbarse, y sólo se mantiene en pie por un pequeño trozo que continúa en su lugar. "Hemos venido para ver su agonía", comentó el especialista del Servicio Británico en la Antártida David Vaughan, después de recibir el que probablemente será su último aterrizaje. Los expertos la califican como "la última víctima del calentamiento global". En 2002, la plataforma antártica Larsen B se desprendió de golpe, y los científicos que la estudiaban se salvaron de milagro.
EL PAÍS, Jueves 22 de enero de 2009
Imagen: El País

El calentamiento del Polo Sur sorprende a los científicos

JAVIER SAMPEDRO - Madrid
Los climatólogos creían hasta ahora que todo el planeta se estaba calentando con la excepción de la Antártida, y que la mayor parte de este continente se estaba enfriando. Científicos de la NASA y la Universidad de Washington acaban de demostrar, combinando los datos de satélites y estaciones en tierra, que no es así. Durante los últimos 50 años, la Antártida se ha estado calentando a un ritmo parecido al del resto del mundo.
"Se aceptaba el calentamiento de una zona relativamente menor del continente, la península Antártica", dice el principal autor del trabajo que se presenta hoy en Nature, Eric Steig, director del Centro de Investigación del Cuaternario de la Universidad de Washington. "Pero se creía que todo lo demás se estaba enfriando, y esto incluía la Antártida Occidental, que es la plataforma de hielo más susceptible a un futuro colapso".
"Pero la gente estaba calculando de cabeza", prosigue Steig. "Nosotros hemos hecho las matemáticas con cuidado, en vez de usar el reverso de un sobre, y añadiendo los datos del satélite". La plataforma occidental se alza unos 1.800 metros sobre el nivel del mar -mucho menos que los 3.000 metros de la oriental-, y tiene un tiempo más suave que el resto del continente, con tormentas relativamente templadas y muchas más precipitaciones (en forma de nieve, desde luego). Considerado todo, la Antártida Occidental se ha estado calentando una décima de grado centígrado por década desde 1957, o medio grado de promedio en los últimos 50 años.
Los efectos del cambio climático han sido menos homogéneos en el Polo Sur que en el Norte. Las temperaturas de la superficie del Ártico han subido el doble que las del Antártico -y que las del resto del planeta, de hecho-, y su deshielo ha sido mucho más acusado. Pero las evidencias más recientes apuntan a que el calentamiento antártico bulle latente bajo la fría calma.
Por ejemplo, los últimos datos con núcleos o testigos de hielo (muestras cilíndricas extraídas de profundidad) ya indicaban que la franja antártica occidental se ha calentado en los últimos 50 o 100 años mucho más de lo que marcan los instrumentos de superficie.
Del mismo modo, varios de los gigantescos glaciares que constituyen la hoja occidental se han acelerado y están contribuyendo al creciente nivel del mar planetario. Y ya era sabido que el calentamiento de la península Antártica (3 grados desde 1950) era el más rápido registrado en el mundo, con consecuencias tan espectaculares como el desplome de las barreras Larsen en las dos últimas décadas. Los cambios biológicos asociados a este desplome tienen pocos precedentes en tiempos históricos.
Andrew Monaghan, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos, y David Bromwich, de la Universidad estatal de Ohio en Columbus, confirman que la actividad humana contribuye a este calentamiento.
EL PAÍS, Jueves 22 de enero de 2009

21 enero 2009

El sector eléctrico español vigente no es sostenible

SINC/Madrid
El modelo eléctrico español vigente no es sostenible. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) son difíciles de controlar, la demanda no deja de crecer y dependemos en exceso del combustible importado. Éstas son las conclusiones de un equipo de científicos del Instituto de Investigación Tecnológica (IIT), en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) que ha analizado la evolución del sector eléctrico español bajo distintos escenarios.
El equipo que lidera Pedro Linares, ingeniero industrial eléctrico e investigador del IIT, ha analizado la evolución del sector eléctrico español mediante una simulación en cuatro escenarios alternativos, en los que se han aplicado distintas medidas industriales y políticas que se podrían tomar en la actualidad para conseguir la sostenibilidad del sistema.
"El sector eléctrico es responsable de una parte importante del total de las emisiones de CO2, aproximadamente un 25% de los 370 millones de de toneladas que actualmente vertimos a la atmósfera", explica a SINC Linares.
Según el estudio que ha aparecido en la revista inglesa 'Energy Policy', el volumen total de emisiones (que incluyen el CO2 y otros gases de efecto invernadero) es un 63% más alto que en el año 1990. "Según el Protocolo de Kyoto, nuestro compromiso es emitir en 2012 sólo un 15% más que en 1990. Es decir, que estamos a mucha distancia de poder cumplir este objetivo", señala el ingeniero.
Hoy la energía eléctrica en España se produce fundamentalmente en centrales termoeléctricas, centrales nucleares y centrales hidroeléctricas. Las energías renovables, sin embargo, siguen teniendo poco peso (en 2005 representaban sólo un 7%) y su desarrollo también está lejos del previsto por el Plan de energías renovables 2005-2010, fijado en un 12%.
Reducir el consumo para alcanzar la sostenibilidad
Los cuatro escenarios que se muestran en la investigación consideran los diversos aspectos del problema: el crecimiento de la demanda, las tecnologías convencionales, las fuentes renovables en uso y las de futuro (biomasa, minihidráulica, eólica y solar térmica), la capacidad de inversión, el mercado de las emisiones de CO2, así como las directrices establecidas en el Plan Nacional de reducción de emisiones para grandes instalaciones de combustión (aprobado en 2007).
Por ejemplo, en el escenario BAU (del inglés 'business as usual', escenario tendencial) -donde la demanda eléctrica, la producción doméstica y las emisiones de CO2 siguen creciendo al mismo ritmo que lo han hecho hasta ahora- las simulaciones prevén que en 2020 las emisiones respecto a 1990 se duplicarán, y la dependencia del sector eléctrico alcanzará el 60%.
Pero los resultados obtenidos con los otros tres modelos -PS1 (de power shift, cambio de modelo), PS2 y PS2n- son bastante más optimistas. El PS2n, por ejemplo, contempla una reducción del 50% en la demanda de energía nuclear hasta 2020.
Los tres escenarios consideran las políticas de promoción del ahorro energético y el desarrollo de las renovables, que implican un incremento de los precios del permiso de emisión. En los escenarios PS2 y PS2n, los resultados apuntan que las emisiones podrían bajar en 2020 hasta un 37% respecto a 1990. Este estudio ha permitido identificar los elementos necesarios para que el cambio pueda darse, es decir que se reduzca la demanda y, en menor medida, el incremento de la disponibilidad y competitividad de las energías renovables a través de primas.
"El potencial de renovables y los precios del permiso de emisión son supuestos bastante realistas, incluso para el escenario PS2", apunta Linares. "Lamentablemente, la subida de las primas y la contención del crecimiento de la demanda no lo son tanto, y no porque sean medidas imposibles", añade el científico, "sino porque su aplicación requiere de clara voluntad política, y eso no está tan claro".
EL MUNDO, Miércoles 21 de enero de 2009