25 junio 2009

China planea una revolución verde

ANDREA RODÉS - CORRESPONSAL -
China es el mayor emisor de dióxido de carbono (CO2) del mundo y no acepta que le impongan cuotas sobre sus emisiones. Sin embargo, ha prometido un ambicioso plan de energías renovables que puede ayudarla a convertirse en la primera superpotencia verde en los próximos años. Equiparándose a los objetivos marcados por la Unión Europea, China ha insinuado que podrá satisfacer un 20% del consumo energético nacional en el año 2020 con energías renovables solar y eólica, superando el objetivo previsto del 15%.
"Estamos formulando un nuevo plan de energías renovables y estamos seguros de que podremos superar fácilmente los objetivos previstos para 2020", ha dicho Zhang Xiaoqiang, vicepresidente de la Comisión Nacional para el Desarrollo y la Reforma (CNDRC), entidad responsable de política macroeconómica en China, al diario The Guardian, en una visita a Londres, a principios de este mes.

Primer productor de eólica
El objetivo del 20% aún no ha sido anunciado de forma oficial, pero "no hay ningún motivo para que no pueda conseguirse, teniendo en cuenta los esfuerzos invertidos hasta hoy en el sector de las renovables", observa Yang Ailun, responsable de Cambio Climático y Energía de Greenpeace en China. En los últimos cinco años, el país asiático ha conseguido aumentar el consumo de energías renovables en más de un 1% anual, es el mayor exportador de placas solares y el principal fabricante de turbinas de viento, y pronto tendrá la mayor capacidad de energía eólica del mundo, si se cumplen las previsiones oficiales.
Según Zhang, el nuevo plan de energías renovables permitirá ampliar la capacidad de producción de energía eólica prevista para 2020 de 30 gigavatios (GW) a 100 GW. "Y al ritmo de fabricación actual, es probable que se consiga antes", observa Mikel González, director gerente de la planta de ANtec, fabricante vasco de frenos para aerogeneradores, en Tianjin, a unos 180 kilómetros de Pekín. Según González, en China hay alrededor de 70 empresas que fabrican turbinas eólicas; entre ellas, la española Gamesa, con capacidad para generar 4 GW al año. A partir de ahora habrá que añadir más de 60 empresas locales que acaban de incorporarse al mercado.
"China tiene todo el potencial para convertirse en un líder productor y consumidor mundial de energías renovables", añade Yang. Es la nueva "revolución verde"; así la llaman algunos, por las oportunidades de crecimiento económico que supondrá el sector de energías renovables en China a partir de ahora.
El país asiático también planea triplicar la capacidad de producción de energía solar sobre la cifra prevista inicialmente para 2020, que era de 3 GW. Actualmente, China es capaz de generar 120 megavatios (MW) de electricidad con energía solar, lo que supone conseguir una producción 75 veces mayor para alcanzar los 9 GW en sólo diez años.
El principal problema, sin embargo, sigue siendo el cuello de botella entre la potencia instalada y la capacidad de generar energía, limitada por la falta de infraestructuras. Los parques eólicos, por ejemplo, suelen estar en lugares remotos y "eso requiere una enorme inversión en infraestructuras para poder traer la energía a las zonas más pobladas de la costa este", explica González.
Reducción de emisiones
No obstante, el directivo vasco confía en que el Gobierno chino podrá poner una solución rápida al problema gracias a "la abundante mano de obra barata" y a la enorme inversión en infraestructuras públicas que se contempla en el paquete de medidas de estímulo de 4 billones de yuanes (420.000 millones de euros), aprobado por Pekín para los próximos años. Sólo un 5% del total 21.000 millones de euros se invertirá directamente en proyectos de ahorro de energía, reducción de emisiones de CO2 y protección medioambiental. Esto incluye también el coste de cerrar fábricas contaminantes, así como la desulfuración de gases de combustión en las centrales térmicas de carbón, con el objetivo de rebajar el consumo de energía por unidad de PIB en un 4% anual y disminuir las emisiones en un 10% para 2010, según cifras del Ministerio de Medio Ambiente chino.
La apuesta por las energías limpias, como la solar y la eólica, es clave para reducir la dependencia del carbón, un fósil de combustión muy contaminante, que aún representa el 70% de las fuentes de energía del gigante asiático. China e India tienen reservas de carbón para 200 años y algunos expertos acusan de ingenuidad a los ecologistas por creer que ambos países puedan renunciar a un recurso autóctono que consideran necesario para mantener el crecimiento y aumentar el nivel de vida de sus ciudadanos.
Nucleares, también
Al margen de las renovables, China ha invertido millones en la construcción de refinerías de gas y petróleo, que importa de todo el mundo, y acaba de iniciar las obras de su tercer gasoducto, que le permitirá traer gas desde la costa de Birmania.
China dispone además de 11 reactores nucleares repartidos en seis plantas distintas, algunos adquiridos a empresas extranjeras, y tiene previsto que la energía nuclear satisfaga el 4% del consumo eléctrico en 2020, el doble que en la actualidad. "Las energías renovables tienen mejor imagen, pero hoy en día se consume tanta energía que resulta inviable prescindir de la energía nuclear", opina González.


PUBLICO, Miércoles 24 de junio de 2009

23 junio 2009

La potencia global del viento

Miguel G. Corral - Madrid
La energía eólica es la tecnología que más ha crecido en los mercados energéticos de todo el mundo en los últimos años. En Estados Unidos, esta fuente supuso el 42% de toda la capacidad eléctrica nueva instalada en 2008.
A pesar de estas cifras de crecimiento espectacular, los aerogeneradores siguen suponiendo apenas un 2% de la potencia eléctrica estadounidense. Sin embargo, el potencial de esta tecnología renovable permitiría en la actualidad producir 40 veces más electricidad de la que consume el mundo entero anualmente, según una investigación dirigida por el profesor del Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra de la Universidad de Harvard Michael B. McElroy. Sólo Estados Unidos tiene viento suficiente como para cubrir con la tecnología eólica disponible hoy en día 16 veces su demanda de electricidad.
El estudio, publicado hoy en la revista de la Academia de Ciencias de EEUU (PNAS), analiza el potencial de esta fuente de energía limpia a escala mundial gracias a los datos obtenidos por un programa del Instituto Goddard de la NASA que incluye observaciones tomadas por una combinación de satélites, aviones, globos, boyas, sondas y barcos. «En resumen, una gama de observaciones que permiten obtener las mejores predicciones meteorológicas posibles del mundo mediante análisis retrospectivos», asegura McElroy en el trabajo.
Para estimar el potencial global de la energía eólica, McElroy y su equipo tuvieron que obtener los datos globales de la dinámica de los vientos y estimar después qué capacidad de generación eólica tiene cada país del mundo, tanto en tierra como en los parques situados en el mar ('offshore'). Con el fin de que los datos fuesen lo más realistas posible, los investigadores excluyeron las ciudades y zonas altamente pobladas, las áreas boscosas, las aguas continentales y los lugares con nieves perpetuas. Además, excluyeron del estudio aquellas regiones en las que los molinos no pudiesen llegar a funcionar a un 20% de su capacidad media al cabo del año.
El estudio de las posibilidades de la energía eólica en el mar se realizó en zonas con profundidades inferiores a 200 metros y situadas a menos de 50 millas náuticas (92,6 kilómetros) de la costa.
Aunque los resultados que ha obtenido el equipo de McElroy son datos de la producción real que se podría generar con turbinas de 2,5 megavatios (MW) en tierra y de 3,6 en el mar, se trata de un estudio que busca analizar el potencial global de esta fuente de energía, pero que es consciente de que en el escenario que contempla el análisis teórico no habría apenas espacio en el mundo para otro uso del suelo. «Nuestro estudio no pretende que se cree una red mundial de parques eólicos», afirmó a 'elmundo.es' Michael McElroy, «nuestra intención principal es demostrar que algunos de los mayores potenciales eólicos del mundo están en los 10 países que son actualmente los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo».
Según el investigador principal, en estos lugares, que incluyen a China, Estados Unidos, Rusia o la India, la energía eólica podría sustituir en buena medida a las plantas térmicas que queman carbón.
«Nadie propone la eólica como fuente única, una generación eléctrica puramente con viento es imposible porque es una producción intermitente», comenta José Ignacio Pérez Arriaga, investigador del Instituto de Investigación Tecnológica de la Universidad Pontificia de Comillas y, en la actualidad, profesor invitado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (EEUU). «Lo que no quita para que se trate de una fuente importante que puede llegar a suponer el 20% del mix energético», dice Pérez Arriaga.
McElroy, en cambio, asegura que el problema de la variabilidad de la producción se puede solucionar mediante la construcción de redes que abastezcan a grandes regiones geográficas. «Si el viento no sopla en España, puede hacerlo en el norte de Alemania o en Irlanda», dice McElroy, «con una red europea integrada se podría solucionar el problema intrínseco de la variabilidad del viento».
EL MUNDO, Martes 23 de junio de 2009

22 junio 2009

El cambio climático es negocio

Redacción
Las empresas españolas saben que el cambio climático es negocio. Unas mejoran su imagen de marca invirtiendo en sostenibilidad y otras se dedican a las energías renovables. Según el Informe Entorno 2009, el 74% de los empresarios perciben el calentamiento global como una oportunidad de negocio basada en la innovación y el desarrollo de nuevos productos y servicios pese a que la crisis ha provocado un estancamiento en la inversión sostenible.
A pesar de una cifra tan halagüeña, pocas son las empresas que implementan medidas para consumir menos, y sólo el 4,8% de las compañías españolas pueden ser calificadas de excelentes en sostenibilidad. La directora de la Fundación Entorno – BCSD España, Cristina García – Orcoyen, denunciaba a la agencia Efe que la gran mayoría de los negocios de las empresas españolas se desarrolla al margen de cualquier consideración con el desarrollo sostenible.
Y así, de cada 100.000 empresas, sólo 5.000 (el 5%) tienen una actitud comprometida y activa en esta materia, y por lo general son las grandes compañías las que más y mejor invierten en sostenibilidad.
Esto es así porque en España sigue faltando cultura ambiental y no sólo entre el empresariado, sino en la Administración, ya que uno de los principales frenos para políticas empresariales de sostenibilidad son los constantes cambios legislativos, según el informe, que añade las dificultades técnicas y la falta de compromiso del consumidor.
Sostenible con beneficios
El texto concluye que sólo el 44,3% de las empresas dijo haber obtenido beneficios tangibles al gestionar de forma sostenible su actividad en 2008, especialmente en materia de eficiencia, ahorro en la gestión de residuos y obtención de subvenciones. En cuanto a los beneficios intangibles, el 67% de las compañías aprecian mejoras en su reputación, en las relaciones con las Administraciones y en la disminución de riesgos.
Otra opción es invertir en energías renovables. Según estudios de la Unión Europea, se crearán en la zona 2,8 millones de empleos hasta el año 2020 si se cumple el objetivo de que el 20% de la energía que usamos provenga de fuentes renovables. La UE calcula que esos puestos de trabajo generarán un beneficio bruto de 129.000 millones de euros, alrededor del 1,1% del Producto Interior Bruto de la zona.
Iniciativas para paliar el calentamiento.
- Henkel tiene un plan de sostenibilidad desde 2003. Gracias a ello, han logrado reducir la generación de metales pesados en un 57%, y ha ahorrado el 21% de energía y el 15% de agua.
- Sony Ericsson se compromete a bajar un 20% las emisiones de CO2 en sus operaciones internas hasta el 2015.
- Eroski ha puesto en marcha una campaña para reducir el consumo de bolsas de plástico en sus 115 hipermercados para evitar la emisión de 440.000 toneladas de CO2.
- Red Eléctrica Española (REE) informe en tiempo real de la cantidad de emisiones que produce el sector eléctrico en su web.
- Albal presenta una nueva gama de bolsas de basura recicladas.
Las cifras
España es el segundo país más atractivo para invertir en energía solar, por detrás de EEUU según un estudio de Ernst&Young. El sector alcanzará su madurez en 2012.
El 25% de la electricidad que consumirá España en 2009 será de energías renovables, seis puntos más que en 2008, según el secretario de Estado de Energía, Pedro Marín.

DIARIO ADN, Lunes 15 de junio de 2009

Un semáforo solar que ahorra energía

Belén Tobalina – Madrid
¿Se acuerdan del apagón que en verano del año 2007 sembró el caos en Barcelona?. Entonces todo quedó a oscuras salvo los parquímetros, que, dotados todos ellos con una placa fotovoltaica, seguían funcionando. La energía solar no es sólo útil en “huertos” y cubiertas. En España hay instalados cerca de 30.000 semáforos, lo que supone el consumo de la friolera de 433,5 gigavatios hora (GWh) al año, que traducido en euros supone un gasto de 44,19 millones al año. Así lo detalla Ricardo Vela Rodríguez, director de Proyectos de Dener Ingeniería, S.L.
Esta compañía torrelaveguense ha creado un nuevo modelo de semáforo que se alimenta, de forma autónoma, gracias a la energía solar fotovoltaica, lo que le ha valido a la empresa ser la merecedora de uno de los galardones de la quinta edición de los “Premios Cantabria” de Medio Ambiente, dotados cada uno de ellos con 6.500 euros.
El “semáforo fotovoltaico” en cuestión está provisto de un sistema de pequeñas placas solares de 180 vatios de potencia, que se instalan justo al lado del poste. Además, tiene un dispositivo de diodos de emisor de luz (más conocidas como LEDs) en lugar de las tradicionales bombillas incandescentes, más caras pero que consumen menos y tienen una vida útil 20 veces mayor que las de las tradicionales.
Y por si el día no sale precisamente soleado, los semáforos tienen “unas baterías que les dotan de una autonomía de 20 días para poder lidiar contra las posibles inclemencias del tiempo”, asegura Ricardo Vela. Algo que está más que demostrado con los semáforos ubicados en el Ayuntamiento de Polanco (Cantabria), financiados por Genercan y por la propia Alcaldía. Y al parecer son, según Vela, “los únicos que están funcionando del país”.
Ahorro
El modelo más común de semáforo de tres luces de 200 milímetros y dos más para la señalización de peatones consume un promedio de 1.145 kWh al año de electricidad, lo que supone unos 160 euros por semáforo, y los modelos de báculo ( los de poste alto y curvo) aún más, 227 euros al año de gasto en electricidad”, explica Vela.
A ese ahorro anual, producido sólo por dejar de “chupar” de la red, hay que sumar el coste de implantación por semáforo, que “se reduce en casi un 45%, ya que el fotovoltaico no necesita obra civil, al utilizar una tecnología de comunicación inalámbrica y un sistema de alimentación autónomo y descentralizado”, añade el director de Proyectos de Dener Ingeniería.
VERDE – LA RAZÓN, Domingo 21 de junio de 2009

09 junio 2009

Vacaciones eólicas, turismo renovable. Navarra convierte en atractivos turísticos sus recursos energéticos

PATRICIA GOSÁLVEZ
No son molinos, pero sí son gigantes”. Con esta referencia quijotesca explican en el Aula de las Enegías Renovables de Aibar que los colosos blancos que coronan los montes navarros se llaman aerogeneradores no molinos, porque lo que es moler, no muelen. El 70% de la energía que se consume en Navarra proviene de fuentes renovables y el hecho está empezando a explotarse como un atractivo turístico más de la región. En el aula, los turistas aprenden cómo funcionan estos ingenios y qué ventajas tienen sobre las fuentes de energía tradicionales. Bajo el lema “hazlo tú mism@” se organizan talleres experimentales para familiarizarse con las energías limpias y el ahorro. En uno de sus paneles se puede leer: “Con la energía que gastan los aparatos en standby se podría ver la tele cinco horas en todos los hogares de España durante 25 años”. Ellos predican con el ejemplo: el edificio, en la comarca de Sangüesa, es en sí mismo un hito sostenible ya que dispone de paneles solares y cuenta con una caldera de biomasa. Desde el museo se organizan además excursiones por la comarca para ver los huertos solares, las centrales minihidraúlicas y de energía eólica y la única planta industrial de biomasa que existe en el sur de Europa, precisamente en Aibar, donde a energía sale de quemar la paja del cereal.
No muy lejos de Sangüesa, a las afueras de Pamplona, se puede visitar, por libre o con guía, el primer parque eólico de Navarra en el monte del Perdón. Sus 46.000 metros cuadrados son un lugar muy frecuentado por senderistas y ciclistas, ya que sus aerogeneradores están alineados sobre la cresta de un alto desde el que se ven los Pirineos, el Moncayo, los pocos de Urbión y la sierra de Cantabria. Por la noche, la hilera de luces rojas también impresiona, aunque no siempre a gusto de todos, ya que los molinos de 40 metros de altura tienen sus detractores, que argumentan que rompen el paisaje y alteran las corrientes que utilizan algunas aves.
También hay vistas espectaculares en la sierra de a los pies de Guerinda, a los pies del que fue durante años el mayor eólico de Europa. Sus aerogeneradores aprovechan lo que los pastores de la zona llamaban desde antaño el “airuz”, un viento recio que barre estas cumbres plagadas de senderos. La subida pasa además por un molino, ahora sí, de los que muelen, del siglo XVII, que fue descubierto y reformado durante la construcción del parque eólico, tan pequeño frente a sus modernos descendientes.
Para completar la oferta ecológica navarra, en Artaza, junto al Parque Natural de la Sierra de Urbasa, acaba de abrir un camping muy especial. “Esto no es un negocio, es una forma de vida para tres familias”, dice Luís Saz hasta hace poco taxista en Madrid y ahora uno de los tres socios (junto a un constructor y un restaurador). El camping se autoabastece de energía limpia gracias a placas solares y a un pequeño aerogenerador, sus edificios son de bioconstrucción (sólo materiales naturales y aislamientos de lana), la comida es ecológica y el consumo eléctrico está limitado a un amperio. “Suficiente para un camping de los antes”, explica Saz, “nada de aire acondicionado no microondas, aquí se viene a disfrutar de la naturaleza”. Disfrutar, sin alterarla. Una concepción del turismo tan alejada de la habitual, que no tienen pagina web, ya que confían en “el boca a oreja”. Más natural, imposible.

EL PAÍS EXTRA DÍA DEL MEDIO AMBIENTE, Viernes 5 de junio de 2009

Quien no tiene un árbol es porque no quiere

ELISABET SANS
Emitimos dióxido de carbono con nuestros vehículos, ordenadores o utilizando el horno. Cada español genera una media de 9,8 toneladas de CO2 al año, según datos del comunicador ambiental Jordi Bigues. Pero ahora no sólo se pueden calcular las emisiones contaminantes, sino también compensarlas. Es fácil: plantar un árbol o bien, si no se tiene tiempo de mancharse las manos, apadrinarlo.
Conscientes de que los árboles mediterráneos llegan a absorber 300 kilos de CO2 durante su crecimiento, Maderas Nobles de la Sierra de Segura lleva 10 años dedicándose a la conservación y restauración del medio ambiente. Un proyecto en el que es imprescindible la implicación de empresas y particulares. Uno puede aportar su granito de arena para frenar el cambio climático por 25 euros. El ciudadano concienciado paga y Maderas Nobles te ayuda a calcular tus emisiones en su web (responsarbolidad.net), y se encarga de la plantación y el mantenimiento del árbol, algo en lo que puede participar el padrino si no sólo quiere tener un certificado.
En su proyecto participan unas 100 empresas. “Poco para lo que necesita el planeta, pero importante para los tiempos en que estamos”, matiza el presidente de Maderas Nobles, Juan Valero. Bankinter puso en marcha una campaña a principios de año en la que se comprometió a plantar un árbol por cada cliente que renunciase a la correspondencia en papel. Con la ayuda de Maderas Nobles, en su bosque crecen 13.750 arces, higueras o encinas. “Tiene un efecto positivo para el medio ambiente y beneficios económicos porque el coste del papel se elimina”, asegura Anselmo Martín, director de responsabilidad social corporativa de la entidad bancaria. Otro ejemplo es Volkswagen. En 2008 plantó 60.000 árboles en Albacete gracias a su programa CO2 Neutral, que permite compensar las emisiones de sus vehículos apadrinando un número de árboles en función de un modelo.
UN COMPROMISO
Hace dos años, Juan Valero creó la Fundación Más Árboles. “Vieron que no se estaba plantando todo lo necesario y que había que impulsar la cultura del árbol, que consiste en darle la importancia real que tiene para la vida del planeta”, dice el director de la fundación, Oscar Rando. Su proyecto más ambicioso consiste en plantar 100 millones de árboles en la Península en cuatro años. En 2008 plantaron su primer millón, y Rando confía en que cumplirán su compromiso de plantar 10 millones más en 2009. Una campaña que llevan a cabo con la participación, de nuevo, de empresas y particulares –que en un 80% deciden ser ellos los que se manchen las manos de tierra-, y a iniciativas como Un árbol como regalo. Más de 600 personas se han decidido ya por este detalle ecológico y asequible (35 €) que se tramita a través de su web (masarboles.com).
Al quemarse un bosque, gran parte del CO2 capturado regresa a la atmósfera. Por eso a raíz del incendio de Guadalajara de 2005 –en el que ardieron 13.000 hectáreas y 11 personas perdieron la vida- nació la Fundación Apadrina un Árbol. Por un euro al año durante el crecimiento del árbol (más de 30 años) se pretende reforestar casi 3.000 hectáreas de la superficie calcinada. De momento, unos 17.000 ahijados ya trabajan para convertir CO2 en oxígeno puro y limpiar el aire que se respira.
Propuestas para plantar o apadrinar son fáciles de encontrar por la Red. Una puede ser Apadrina un Arbre Fruiter, una iniciativa de Pere Puigbert. Aunque además de compensar emisiones, se trata también de que el padrino pueda obtener los frutos de su árbol a precio de coste. Otra, ahora que se acercan las vacaciones: Turismosostenible.org (un proyecto de la Asociación de Monitores Medioambientales Almijara), calcula las emisiones al viajar en avión, coche, tren o autobús, y nos indica los árboles que deberíamos plantar para contrarrestar el efecto de nuestros desplazamientos. Por ejemplo, en un trayecto en coche entre Madrid y Barcelona se emiten unos 88 kilos de CO2 lo que implicaría apadrinar un árbol por ocho euros.
La responsabilidad no es sólo plantar por plantar. Miguel Ángel Barba, de la Asociación de Monitores, lo tiene claro: “Los beneficios no son sólo para las emisiones contaminantes; cuantos más árboles, más agua en los bosques y más fértil es el suelo”. La lucha contra el calentamiento global va más allá. “Plantar debe formar parte de un conjunto de medidas como la reducción de consumo o realizar unas producciones más limpias, así los árboles pueden tener una incidencia muy positiva en la lucha contra el cambio climático; si no, la plantación no sirve”, matiza Óscar Rando. Apadrinar es sólo una pequeña semilla de un cambio en el modelo de consumo.

EL PAÍS EXTRA DEL DÍA DEL MEDIO AMBIENTE, Viernes 5 de junio de 2009

04 junio 2009

La vida sin coche en un barrio residencial alemán

Por ELISABETH ROSENTHAL
VAUBAN, Alemania – Los residentes de esta comunidad de lujo son pioneros que han llegado adonde las madres de los barrios residenciales o los directivos que viven en las afueras nunca lo hicieron: han dejado el coche.
Aparcar en la calle, las calzadas y los garajes de las casas está por lo general prohibido en este nuevo distrito experimental a las afueras de Friburgo, cerca de las fronteras con Francia y Suiza. Las calles de Vauban están completamente “libres de coches”, excepto la vía principal, por donde pasa el tranvía de Friburgo, pero sólo hay dos lugares en los que aparcar: grandes garajes en un extremo de la urbanización, en la que los dueños de coches adquieren una plaza, por 40.000 dólares, además de una casa.
En consecuencia, el 70% de las familias de Vauban no tiene coche y el 57% lo vendió para mudarse aquí. “Cuando tenía coche, estaba tensa. Ahora soy feliz”, comenta Heidrum Walter, especialista en formación en medios de comunicación y madre de dos hijos, mientras camina por las verdes calles en las que el sonido de las bicicletas y las conversaciones de los niños que pasan ahogan el ruido de algún que otro motor distante.
Vauban, que se terminó en 2006, es una muestra de una tendencia cada vez más extendida en Europa, EEUU y otros lugares del mundo para separar la vida en los barrios residenciales del uso del coche, como elemento de un movimiento llamado “planificación inteligente”.
Los automóviles son el eje de los barrios residenciales, donde las familias de clase media desde Chicago a Shanghai suelen establecer su hogar. Y eso, según los expertos, es un enorme impedimento para las iniciativas actuales de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero de los tubos de escape y reducir de este modo el calentamiento global.
Los coches privados son responsables del 12% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa y de hasta un 50% en algunas zonas de Estados Unidos.
Vauban, que alberga a 5.500 residentes en un rectángulo de 2,5 kilómetros cuadrados, puede que sea el experimento más avanzado en la vida sin coches en los barrios residenciales. Pero sus preceptos se están adoptando en todo el mundo para tratar de hacer los barrios residenciales más compactos y más accesibles al transporte público.
Toda la construcción desde la II Guerra Mundial se ha centrado en el coche y esto va a tener que cambiar”, explica David Goldberg, un responsable de Transportaton of America, una coalición estadounidense que fomenta nuevas comunidades menos dependientes de los coches.
Pero convencer a la gente que deje el coche puede resultar difícil. “Los estadounidenses desconfían de toda idea relativa a que la gente no va a tener coche o va a tener menos”, dice David Ceaser, cofundador de CarFree City USA, quien afirma que en EEUU no ha tenido éxito ningún proyecto de barrios residenciales sin coches del tamaño de Vauban.
En Europa, algunos Gobiernos están pensando a escala nacional. En 2000, Reino Unido emprendió una gran campaña para reformar la planificación y convencer a la gente de que no cogiera el coche exigiendo que cualquier futura urbanización tenga acceso al transporte público.
En Alemania, cuna de Mercedes-Benz y de las autopistas, la vida en un lugar con un número de coches reducidos como Vauban tiene características poco habituales. La ciudad es larga y relativamente estrecha para que se tarde poco en llegar andando desde cualquier casa hasta al tranvía que lleva a Friburgo. Las tiendas, los restaurantes, los bancos y los colegios están más dispersos entre las casas de lo que suelen estarlo en un barrio residencial típico.
Para viajes a tiendas como IKEA o las estaciones de esquí, las familias se compran coches juntas o utilizan coches comunitarios que se pueden alquilar en el club de vehículos compartidos de Vauban. Walter había vivido anteriormente (con un coche privado) en Friburgo, y también en EEUU.
“Si tienes uno, tiendes a utilizarlo”, dice. “Algunas personas se mudan aquí y se van poco después: echan de menos el coche aparcado en la puerta”.

THE NEW YORK TIMES – EL PAÍS, Jueves 4 de junio de 2009