16 diciembre 2010

Hay esperanza para el oso (si se recortan emisiones)

M.R.E.
Los osos polares fueron añadidos a las especies amenazadas hace casi tres años al tiempo que su hábitat, el hielo ártico, disminuía por el calentamiento. Sin embargo, un nuevo estudio ha encontrado que si se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar el aumento de temperaturas en el próximo decenio puede quedar suficiente hielo en el Ártico al final del verano y el principio del otoño para la supervivencia de los osos polares (Ursus maritimus), centinelas de este océano.
La especie necesita acceder al agua a través del hielo para capturar focas, su principal alimento. Cuando no hay hielo, adelgazan rápidamente. Y cada vez los periodos sin hielo son más largos. "El beneficio de la mitigación para los osos es sustancial", afirma Steven Amstrup, que dirigió el trabajo. Como especie centinela también será esencial para el medio ambiente en general.
"La proyección que hicimos en 2007 se basaba solo en el escenario de referencia, en ausencia de nuevas medidas de control de las emisiones", dice Amstrup, investigador jubilado y científico en la organización Polar Bears International. "El resultado era bastante sombrío, pero no consideraba la posibilidad de mitigación de los gases de efecto invernadero". Aquel estudio calculaba que solo un tercio de los 22.000 osos polares sobreviviría a mediados de este siglo si continúa el retroceso de la superficie helada.
La fuerte pérdida de hielo del mar Ártico ha conducido a predicciones que señalan un umbral a partir del cual la disminución de hielo es irreversible y que llevaría a la desaparición del hábitat del oso polar. Sin embargo, el estudio actual concluye que este umbral, o punto de no retorno, en realidad no existe ya que la relación es lineal.
Se ha utilizado un modelo de circulación general del clima con un componente de hielo marino especialmente sensible al aumento de la temperatura y se ha cruzado con los datos disponibles sobre la interacción con el ambiente de los osos polares. "Nuestra investigación da un mensaje de esperanza, lleno de promesas, pero también es un incentivo para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero", señala Cecilia Bitz, de la Universidad de Washington, que ha hecho el modelo modificado. De todas formas, es pronto para cantar victoria, matiza Armstrup, que ha dirigido la investigación que publica la revista Nature.
EL PAÍS, Jueves 16 de diciembre de 2010
Imagen: El País.

15 diciembre 2010

Las renovables ahorran al sistema sanitario 148 millones de euros

Elena Alonso
Las emisiones evitadas de gases de dióxido de azufre, SO2, y óxidos de nitrógeno, NOx, con la sustitución de combustibles fósiles por energías renovables evitaron en 2009 la pérdida de 982.000 días de vida de seres humanos
, un ahorro del gasto sanitario en España de cerca de 148 millones de euros, según el “Estudio del Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España en 2009”.
El estudio, elaborado por Deloitte para la Asociación de Productores de Energías Renovables, APPA, y presentado hoy en Madrid, asegura, además, que “en el horizonte del 2020 estos valores se duplicarán”. En concreto, en 2009 se evitó la pérdida de 178,7 mil días por las emisiones de SO2 evitadas y 803,8 debido al NOx que no se emitió.
Según explica el informe, esta relación entre SO2 y NOx y pérdida de días de vida del ser humano, se ha realizado de acuerdo a diferentes estudios basados en estimaciones sobre las emisiones de las grandes plantas de combustibles fósiles en Estados Unidos, a la generación sustituida de este tipo de energía y a análisis ya existentes sobre el impacto sanitario derivado de la presencia de estos gases.
LA RAZÓN, Martes 14 de diciembre de 2010

Las renovables ahorraron 4.830 millones a la factura energética el pasado año

S.C. - Madrid

Las energías renovables contribuyeron al PIB nacional en 2009 con 8.525 millones de euros, el 0,81% del total, según el estudio elaborado por Deloitte para la asociación de productores de renovables, APPA. El sector, que ha superado en peso en la economía al sector textil, el pesquero o el del calzado, abarató la factura eléctrica en 4.835 millones, según el mismo estudio. La razón es simple: las energías renovables entran a precio cero en el mercado eléctrico y desplazan a tecnologías de generación con mayores costes.
Con las cifras de Deloitte en la mano, el presidente de APPA, José María González Vélez, defendió una vez más el discurso de las empresas que representa: las renovables no solo no son caras (las primas que recibieron en 2009 ascendieron a 4.604 millones, pero abarataron más la factura eléctrica) sino que son fundamentales para una economía moderna.
Con 99.850 empleos y exportaciones de 3.024 millones, las empresas de renovables, subrayó González Vélez, atraviesan un momento delicado, de parálisis, pérdida de empleo -20.000 puestos en 2009- e incertidumbre. Se enfrentan, además, a críticas interesadas como las que atribuyen el llamado déficit tarifario al aumento de las primas a las tecnologías verdes. APPA, disgustada con la gestión del Ministerio de Industria, sostiene que las primas constituyen un coste más del sistema eléctrico, "como tantos otros", pero que no empañan las aportaciones de estas tecnologías al conjunto de la economía.
Ni el ministro de Industria, Miguel Sebastián, ni el secretario de Estado, Pedro Marín, "ignoran el papel fundamental de las renovables" dijo González Vélez, si bien han tenido que adoptar medidas "más preocupados por el déficit de tarifa o por el lobby del gas y de otros". En ese apartado de discrepancias, APPA ha convocado una junta para el próximo 12 de enero en la que estudiará los "aspectos retroactivos" del nuevo real decreto de revisión de primas a la energía fotovoltaica. La junta decidirá si lleva la norma a los tribunales.
EL PAÍS, Miércoles 15 de diciembre de 2010

12 diciembre 2010

La compra de árboles naturales en Navidad ayudará a combatir el cambio climático, según expertos

MADRID, 12 Dic. (EUROPA PRESS)

La compra de árboles naturales en Navidad es más recomendable que la adquisición de árboles de plástico, puesto que ayuda a combatir el cambio climático al capturar mayor cantidad de dióxido de carbono durante su etapa de crecimiento en los viveros, según ingenieros forestales y de montes.

Así, para el director técnico del Colegio de Ingenieros de Montes, Jesús González, los árboles naturales son la opción "preferente" en caso de poder elegir. En este sentido, ha explicado en declaraciones a Europa Press que este tipo de árboles pasan en viveros seis o siete años y es durante esta etapa cuando "más rápidamente" crecen y 'fijan' el CO2.

En esta misma línea, el secretario general del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, Raúl de la Calle, apuesta también por los ejemplares naturales, puesto que el plástico "no deja de ser" material procedente de hidrocarburos, que necesita para su creación "cantidades importantes" de gases de 'efecto invernadero'.

De la Calle ha resaltado la "concienciación" de las personas que optan por este modelo de árbol, puesto que también permite su reutilización, incluso como abono. Asimismo, en el caso de los de plástico, González ha remarcado que su fabricación se da mayoritariamente en países fuera de España, como China.

Para ambos ingenieros, la utilización de los árboles naturales "no está reñida" con la ecología, puesto que no se corta "ni uno sólo" de ellos. Así, los ejemplares provienen en su mayoría de viveros del norte y noreste de España --País Vasco, Navarra y Cataluña, principalmente-- y los casos en los que un particular decide cortar un árbol por su cuenta son "en zonas muy concretas y poco significativos".

ABETO DEL CAÚCASO Y ABETO ROJO

Entre las recomendaciones de los expertos para la elección de los árboles se incluyen el abeto del Cáucaso o de Normandía (Abies nordmanniana) y el abeto rojo (Picea abies). El primero, que puede alcanzar hasta 25 metros de altura, procede de Asia Menor, Grecia y Cáucaso. Por su parte, el segundo puede alcanzar hasta 50 metro y procede del Norte y Centro de Europa.

Según el colegio de Ingenieros de Montes, tanto el abeto blanco (Abies alba) como el pinsapo (Abies pinsapo) son especies que no hay que adquirir para los hogares por ser "muy delicadas" e incluso estar protegidas en algunas comunidades autónomas. El abeto blanco lo podemos encontrar en los Pirineos y el pinsapo, en serranías de la provincia de Cádiz y Málaga a partir de 1.000 metros de altitud.

¿UN SACERDOTE O EL REY JORGE?

La tradición del árbol de Navidad se remonta al siglo XIX, y es una creación europea que pronto se extendió a América y finalmente a otros continentes. Sin embargo, su auténtico origen es dudoso, y en torno a él han nacido diferentes relatos (verdaderos o falsos) que implican siempre el "bondadoso" espíritu de la Navidad.

Una de esas historias sitúa el nacimiento de la tradición en Alsacia, donde vivió hace ya cuatrocientos años un sacerdote que, cada noche de Navidad, repartía entre los menos favorecidos de su pueblo alimentos, ropa y dinero que recolectaba durante el año.

Un día, al sacerdote se le ocurrió colgar los regalos en las ramas de un abeto próximo a la iglesia. Los pobres podrían así disfrutar además del cielo estrellado de la noche clara mientras cantaban bajo el árbol cánticos sagrados, que ya quedó instaurado como centro de la fiesta navideña.

Otro relato lleva la tradición a Inglaterra y la sitúa en el siglo XVIII bajo el reinado de Jorge III. La esposa del rey, la reina Carlota, se caracterizaba por su bondad con los súbditos y en el año 1765 decidió instalar en uno de los salones más grandes de palacio, un árbol de Pascua adornado con guirnaldas, luces, juguetes y toda clase de regalos.
EUROPA PRESS, Domingo 12 de diciembre de 2010

11 diciembre 2010

El apoyo de EE UU, China y Japón acerca el pacto en Cancún

RAFAEL MÉNDEZ | Cancún (Enviado especial)

El texto sobre la mesa incluye peticiones de todos los bloques: deja para 2011 la decisión sobre si habrá un acuerdo que sustituya al Protocolo de Kioto, reconoce que los compromisos presentados hasta ahora no basta para estabilizar el clima, los países ricos se comprometen a movilizar 100.000 millones de dólares al año en 2020, incluye un pacto para reducir la deforestación y, sobre todo, incluye en Naciones Unidas los compromisos de recorte de emisiones que los países enviaron de forma voluntaria a la ONU tras la Cumbre de Copenhague.

El borrador apunta a una prórroga de Kioto antes de 2012, cuando expira el actual periodo de cumplimiento. Esa era una exigencia de los países en desarrollo. A cambio, como pedía Japón, esa continuidad está supeditada a que avance la otra vía de negociación abierta, en la que están incluidos EE UU y China, que, por distintos motivos, no tienen limitación de emisiones. "El texto no apunta a la muerte de Kioto sino todo lo contrario", ha declarado la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera.

EE UU se da por satisfecha con cómo queda reflejada la transparencia que exigía en la reducción de emisiones de China. Habrá consultas internacionales pero no serán "ni intrusivas, ni punitivas y respetarán la soberanía nacional". Si el texto sale adelante, solo habrá consulta internacional obligatoria si las emisiones se reducen con dinero internacional. Para los países en desarrollo que limiten sus emisiones sin dinero del primer mundo -China ha dicho en alguna ocasión que no lo necesita- esa obligación de información se reduce y se convierte en una opción.

Los ecologistas han mostrado su satisfacción porque el texto incluye alusiones a la gravedad del calentamiento y alude a la reducción de emisiones que pide el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Esta mención es muy significativa de lo despacio que avanza la negociación. En la Cumbre de Bali, de 2007, la UE insistió en que se incluyera el rango de reducción de emisiones (entre el 25% y el 40%) para los países desarrollados que pedía el IPCC. La oposición de la Administración de George Bush dejó el texto en un pie de página. Ahora, tres años después, el IPCC sale del pie de página y pasa al texto del acuerdo. Aunque el texto pide limitar el calentamiento a dos grados centígrados deja abierta la puerta a que se revise más adelante para limitarlo a 1,5 grados, una petición de los pequeños estados isla.

En realidad, todo el borrador está lleno de sutilezas de ese tipo. La UE pedía el reconocimiento de que debía haber un acuerdo vinculante en 2011. No sale eso, sino que los países seguirán "discutiendo las opciones legales para llegar a un acuerdo" en la Cumbre de Durban (Sudáfrica) de 2011.

La inmensa mayoría de los países en el plenario ha apoyado el texto. Argelia, en nombre de los países africanos, ha destacado que "recupera la confianza en el sistema multilaleral" después del fiasco de Copenhague. Todo el mundo ha felicitado a la presidencia mexicana, que ha servido de puente y, al contrario que Dinamarca el año pasado, ha templado los ánimos y evitado los bloqueos. El trabajo de un año ha roto el bloque bolivariano (Venezuela, Cuba y Ecuador se desmarcaron de Bolivia). El presidente de Ecuador, Rafael Correa, había declarado en Cancún que el texto que se manejaba para frenar la deforestación era "un paso positivo". Los países tropicales esperan recibir una lluvia de dinero (público y privado) si evitan la deforestación.

Por contra, Evo Morales ha insistido en Cancún en un mensaje que no podía cosechar demasiados apoyos en la ONU: "O muere el capitalismo o muere el planeta". Preguntado sobre los aplausos en el pleno que recibió la presidenta de la cumbre al presentar los textos, el embajador de Bolivia ante la ONU, Pablo Solón, ha dejado claro que no le importaba estar en minoría: "Hemos venido a negociar, no a un show". Bolivia pide cosas como un tribunal internacional de justicia climática o que se reconozcan los derechos de la naturaleza. Según Solón, Bolivia no estaba sola en la negociación, porque tenía detrás "a los pueblos del mundo, reunidos en Cochabamba", en una cumbre climática paralela que organizó Morales en abril pasado.

El sistema de Naciones Unidas exige que no haya oposición a ningún texto. Se aprueban por aclamación y la oposición de Bolivia, Venezuela, Cuba, Nicaragua y alguno más consiguieron que la ONU no hiciera suyo el texto. Pero esta vez Bolivia está sola y, al contrario que en Copenhague, no levantó simpatías. En la capital danesa tenía argumentos porque la negociación se celebró a puerta cerrada, pero México se ha empeñado en evitar ese error. Los tradicionales aliados de Bolivia, como Cuba o Venezuela, han pedido que se escuchen las peticiones de la delegación de Evo Morales, pero han marcado distancias. ""No dejemos de escuchar a nadie porque sintamos que estamos cerca del éxito", ha señalado la representante de Venezuela, que en Copenhague, por contra levantó su mano ensangrenatada contra el texto.

Bolivia se ha quedado sola en su oposición al borrador de acuerdo presentado por México en la Cumbre del Clima de Cancún. En el plenario informal que acaba de terminar en la ciudad mexicana a las 00.00 (las siete de la mañana en España), el texto ha conseguido el apoyo de países que partían con posturas muy enfrentadas, como Japón, EE UU y China. También lo apoyan los pequeños estados-isla, la UE, los países menos desarrollados y la mayoría de los latinoamericanos. Solo Bolivia se mostró en contra, entre otras cosas porque no incluía peticiones tan poco realistas como la de crear un tribunal internacional de justicia climática.

Las principales ONG ecologistas, como Oxfam y Greenpeace, han valorado el acuerdo -aunque consideran que tiene lagunas-. Eso debilita aún más la posición de Bolivia. Los apoyos de las principales potencias han sidp saludados por aplausos en el plenario. "El Gobierno de China actuará de manera plenamente responsable frente al pueblo chino y los pueblos del mundo. Seguiremos con nuestro desarrollo verde y sostenible", ha declarado el jefe de la delegación china. "El texto no es perfecto pero es una buena base para seguir adelante. (...) Pongamos el mundo en un camino más sostenible", ha indicado Todd Stern, enviado especial de Cambio Climático de EE UU.

La ministra de Exteriores de México, Patricia Espinosa, muy felicitada por su gestión, concluyó: "Es evidente que hay mucho por hacer. Cancún no es el final sino el principio de una nueva etapa de cooperación sobre bases sólidas". A medianoche (las siete de la mañana hora peninsular española), la reunión se ha suspendido para negociar en los grupos antes de volver al plenario.

EL PAÍS, Sábado 11 de diciembre de 2010

Imagen: El País

10 diciembre 2010

Japón se planta y eleva el tono de la negociación a solo 24 horas del final de la Cumbre del Clima

RAFAEL MÉNDEZ Cancún, ENVIADO ESPECIAL
Japón se ha plantado: no acepta de ninguna forma un segundo periodo del Protocolo de Kioto a partir de 2012. Considera que, sin EE UU ni China, el tratado que alumbró la ciudad japonesa en 1997 "no es una forma justa de afrontar el cambio climático". Así lo ha afirmado en rueda de prensa en Cancún Akira Yamada(en la imagen), representante del Ministerio de Exteriores japonés. Como los países en desarrollo hacen de la continuidad de Kioto una reivindicación innegociable, la negociación se encuentra en un punto muy delicado. La UE busca fórmulas vagas para redactar un texto que satisfaga a ambas partes.
Yamada ha mostrado sus argumentos de forma convincente: "Sabemos que muchos países en desarrollo insisten en un segundo periodo de cumplimiento de Kioto, pero creemos que no es justo. No es una forma justa de afrontar el cambio climático. Las emisiones del Anexo I (los países obligados por Kioto) solo cubren el 27% y ese porcentaje bajará más y más. Necesitamos a todos los grandes emisores dentro".
"Que los grandes emisores bajen a la arena"
EE UU no ratificó Kyoto, y el tratado no obliga a China, India ni Brasil. Así que solo la UE, Japón, Canadá, Rusia y Australia se ven afectados. La UE aceptará una prórroga de Kioto si se incluye alguna mención a que más adelante habrá un tratado vinculante que incluya a EE UU y China (aunque los europeos están dispuestos incluso a que no se mencione explícitamente quiénes serían los países afectados por ese nuevo tratado). Canadá y Australia están cómodos detrás del paraguas de Japón. No salen en público pero apoyan su reivindicación. La discusión sobre el segundo periodo de Kioto es antigua, pero gana importancia e intensidad conforme se acerca 2013, cuando expira el primer periodo firmado, ya que no se vislumbra una salida.
"Que los grandes emisores bajen a jugar a la arena", ha pedido Yamada. Japón ve que las emisiones por habitante de su principal competidor, China, están aún muy lejos de las de EE UU, pero ya no lo quedan tanto del resto de países desarrollados. Mientras, Japón -cuyo coche más vendido es el poco contaminante híbrido Prius- se ve como el único pagano en la lucha contra el calentamiento.
La delegación de Japón se muestra inflexible y, a preguntas de un periodista chino, afirmó que estaban preparados para aguantar cualquier presión: "Puede ser cierto que la presión internacional caiga sobre Japón, pero explicamos sinceramente nuestra opinión. No es solo por nuestro interés, es que no es justo ni efectivo para atajar el reto del cambio climático". "Queremos un único instrumento legalmente vinculante en el que estén todos los grandes emisores", concluyó Yamada.
Europa considera que Kioto, el primer hito en la lucha contra el cambio climático "no puede ser el problema de Cancún", como declaró la ministra española de Medio Ambiente, Rosa Aguilar. Así que la UE busca fórmulas de compromiso, vagas y sutiles, que pueda ser aceptadas por todo el mundo para, al menos, seguir negociando hasta la Cumbre del Clima de Durban (Sudáfrica) en 2011.
Los bloqueos y las posturas extremas son habituales en estas cumbres. Hay tanto en juego -reducir las emisiones implica revolucionar el sistema energético- que la costumbre es que las partes no cedan hasta el último segundo. Pero esta vez, incluso negociadores tradicionalmente optimistas miran de forma lúgubre el último día de la cumbre.
EL PAÍS, Viernes 10 de diciembre de 2010
Imagen: El País

09 diciembre 2010

Conferencia del clima de la ONU acelera el paso en busca de consensos

Ministros y jefes de Estado de 194 países en la conferencia del clima de la ONU en Cancún se enfrascaron con urgencia el miércoles en frenéticas negociaciones para poder anunciar el viernes al mundo avances contra el cambio climático que representen esfuerzos de todos.
"Estamos manteniendo consultas informales muy activas", dijo el negociador brasileño Luiz Alberto Figueiredo al final de la tarde.
Los avances del día se concentraron en uno de los principales escollos en las negociaciones: una extensión más allá de 2012 del protocolo de Kioto que compromete a los países ricos a cortar sus emisiones y que Japón no quiere.
"Estamos explorando el lenguaje (...) que podría resolver la división entre los (países) que no quieren un segundo período (de Kioto pos 2012, como Japón, Canadá y Rusia) y los que quieren un claro mensaje de segundo período (Europa). Continuaremos trabajando intensamente esta noche y mañana" jueves en ese asunto, dijo Figueiredo.
Para resolver los grandes temas que bloquean todavía la negociación la presidencia mexicana convocó a una reunión informal de unos 50 países que continuará el jueves, informó el negociador mexicano Luis Alfonso de Alba. Ese formato irritó a Bolivia y su negociador, Pablo Solon, rechazó participar y pidió reuniones formales con los 194 países.
"Bolivia no se ha retirado de las conferencias", aclaró Alba.
El mensaje más claro y repetido en Cancún por los negociadores es que la reunión no puede terminar el viernes sin resultados, bajo el fantasma de la conferencia de Copenhague en 2009, que frustró gigantes expectativas por falta de acuerdo de los países.
"No nos podemos ir de Cancún con las manos y la esperanza vacías", afirmó el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Reunidos desde el pasado 29 de noviembre, los 194 países buscan un "paquete equilibrado" de decisiones para la lucha contra el cambio climático, que requiere de concesiones y esfuerzos de naciones ricas y en desarrollo.
"Creo que un acuerdo está al alcance. Pero eso no quiere decir que ya lo tenemos en las manos", dijo la presidenta de la conferencia y canciller mexicana, Patricia Espinosa.
Los países en desarrollo han sumado fuerzas para exigir una extensión del protocolo de Kioto.
Los países ricos quieren que las grandes naciones en desarrollo, como China, la mayor emisora de gases nocivos al clima del planeta, y otros como Brasil e India, también asuman oficialmente sus compromisos de reducción de emisiones y permitan un sistema claro de verificación, un tema sobre el que los chinos mostraron apertura pese a sus reticencias iniciales.
Ricos y pobres han puesto sus ojos en Estados Unidos, el segundo mayor emisor del planeta, no comprometido con Kioto y cuyos compromisos de reducir 17% sus emisiones hasta 2020 son considerados bajos y aún enfrentan la oposición frontal del Congreso.
Los negociadores tienen menos de dos días para acabar de definir un mecanismo contra la deforestación, ayudas para que los países más vulnerables enfrenten el impacto del clima y un fondo que debe llegar a 100.000 millones de dólares anuales para la lucha mundial contra el cambio climático.
"El último borrador de la negociación nos da esperanza de que puede acordarse en Cancún un fondo del Clima, que sería un gran paso hacia la creación de una estructura que apoyará a los países en desarrollo, ayudándoles a reducir sus emisiones, y protegiendo a los más vulnerables del impacto del cambio climático", dijo Tim Gore, asesor de Clima de la ONG Oxfam.
El secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, urgió el miércoles a los países a alcanzar acuerdos que, aunque no perfectos, signifiquen avances necesarios en la lucha contra el cambio climático.
Las negociaciones entran en una fase de maratónicas negociaciones. "A partir de ahora comienza ese proceso de salas cerradas, negociadores nerviosos, sin comer muriéndose de hambre, trabajando hasta altas horas de la noche", delineó la ministra brasileña.
TERRA, Miércoles 8 de diciembre de 2010

En Cancún, unos temen y otros sueñan con la idea de captar CO2 bajo tierra

Una solución milagrosa al cambio climático para algunos y una pesadilla para otros: un posible impulso a favor de la captación y almacenamiento de dióxido de carbono despertó antagonismos durante la conferencia de la ONU sobre el clima en Cancún, México.
Las negociaciones internacionales sobre el clima están centradas en la reducción desde el origen de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), en particular a través de energías renovables, para frenar el alza de la temperatura del planeta.
Pero empieza a tener cabida, incluso en este contexto, la idea de captar el principal gas de efecto invernadero una vez emitido por una refinería o una fábrica de cemento, transportarlo a un campo gasífero o petrolero agotado y enterrarlo a 2.000 de profundidad.
Así, acaba de ser agregado a la mesa de negociaciones un texto que prevé que, bajo ciertas condiciones, la captación y almacenamiento de CO2 (conocida como CCS en inglés), pueda convertirse en un proyecto financiado en el marco del Mecanismo de Desarrollo Limpio previsto en el Protocolo de Kioto.
Este Mecanismo está destinado a incitar a los países industrializados o empresas a invertir en proyectos de tecnologías "limpias" en los países en desarrollo, y obtener así créditos de emisión de dióxido de carbono que les permitiría alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones.
Discutida desde 2005 e impulsada por muchos países, como por ejemplo -recientemente- por Arabia saudita, esta opción que nunca había sido tan claramente formulada preocupa a Greenpeace, que la ve como una forma de garantizar "una subvención encubierta a las industrias de energías fósiles".
"Es lo contrario al espíritu de este Mecanismo, que es una herramienta destinada a promover la transición energética de los países en desarrollo, respetuosa del medio ambiente", se indignó la portavoz de la rama francesa de la ONG, Karine Gavand.
Y "esta tecnología ni es limpia ni es duradera", afirmó Marin Kaiser, otro miembro de la ONG.
Aún en etapa experimental, la idea suscita numerosos interrogantes: ¿Cómo asegurar que las criptas donde se almacenaría el CO2 no tendrán fugas? ¿Qué ocurre en caso de terremoto? ¿Cuáles son los riesgos de contaminación de las fuentes subterráneas de agua potable? ¿Qué se puede decir de los peligrosos solventes necesarios para extraer el CO2?
Pero no todo el mundo está en pie de guerra contra esta tecnología, aún extremadamente costosa y a prueba en Europa, Australia, Estados Unidos y Canadá.
Para algunos, como la fundación Bellona, cuya sede está en Noruega, sería una locura prescindir de esta técnica que, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), podría contribuir a reducir en un quinto las emisiones de CO2 en el sector energético.
"Soy un guerrero climático y la CCS es una de las armas más poderosas", explicó a AFP el noruego Paal Frisvold, presidente del comité de administración de Bellona Europa.
Los defensores de la CCS afirman que los países en desarrollo, sobre todos los grandes emergentes, continuarán a pesar de todo usando energías fósiles -como el carbón en China- para sostener su crecimiento.
En Europa se espera que se realicen seis a ocho proyectos de prueba a gran escala. "Y todavía faltan cinco años para verificar su buen funcionamiento, especialmente en el almacenamiento", explicó Frisvold.
Y si bien para 2020 nada dice que el Protocolo de Kioto -que establece objetivos de reducción de CO2 en los países industrializados- esté todavía en vigor, cualquier decisión a favor de esta tecnología en Cancún "es una señal muy importante para la industria y los inversores", aseguró Frisvold.
TERRA, Miércoles 8 de diciembre de 2010

Clima: cumbre de Cancún emite 20.000 toneladas de CO2 que serán compensadas

La cumbre del clima de Cancún (México), en la que participan cerca de 20.000 personas de más de 190 países, emitirá un total de 20.000 toneladas de CO2, que el gobierno de México compensará en su totalidad con proyectos forestales de comunidades campesinas, anunció el miércoles.
El mantenimiento de los tres grandes complejos que forman la sede de la conferencia, el transporte diario de miles de participantes entre ellos, el aire acondicionado, la iluminación, los sistemas de comunicación y alimentación generarán 20.000 toneladas de CO2 equivalente, anunció el ministerio de Medio Ambiente mexicano.
Esta emisión va a "ser neutralizada", precisó el experto Manuel Herrero.
El gobierno mexicano, en cooperación con la ONG Pronatura, compensará el 100% de dichas emisiones mediante la compra de bonos de carbono a comunidades rurales del Estado de Oaxaca (suroeste).
Estas comunidades, que participan en un mecanismo voluntario de mercado de carbono, reciben un promedio de 10 dólares por tonelada de CO2 capturada en los bosques que manejan.
Junto a la entrada del centro de congresos de Cancún se instaló asimismo un aerogenerador que produce entre 2.400 y 3.000 megavatios/hora, "que sería suficiente para abastecer todos los requerimientos de energía de esta conferencia", explicó Herrero.
TERRA, Miércoles 8 de diciembre de 2010

Los mercados de CO2 ni miran a Cancún

RAFAEL MÉNDEZ (ENVIADO ESPECIAL) - Cancún
Lo lógico sería pensar que, al hundirse la negociación internacional del clima, los mercados de CO2 estuvieran en estado de pánico. Que todos aquellos que han invertido en comprar derechos de emisión estuvieran temblando ante la perspectiva de que se hundiera el precio a partir de 2012, cuando expira el primer periodo de cumplimiento de Kioto. Japón ha anunciado que no subirá a un Kioto II sin EE UU ni China y nadie en la Cumbre del Clima de Cancún tiene claro qué puede ocurrir a partir de entonces. Y sin embargo, el precio del CO2 sigue subiendo. La consultora Point Carbon ha hecho público un informe en el que prevé que la tonelada de CO2 pase de los aproximadamente 15 euros actuales a 22 euros en 2011, 25 en 2012 y a 36 en 2020.
¿Cómo puede ser que los mercados sigan con distancia lo que ocurre en Cancún? Si no hay régimen internacional de lucha contra el cambio climático, ¿por qué calculan que seguirá el mecanismo de compra-venta? Alejandro de Juanes es un consultor español afincado en Panamá y dedica a desarrollar los llamados "mecanismo de desarrollo limpio" (MDL), el sistema creado por Kioto en el que los países en desarrollo pueden invertir en tecnologías de bajas emisiones y vender lo ahorrado a países en el primer mundo. La empresa para la que trabaja, Inclam Co2, por ejemplo, construye pequeñas centrales hidroeléctricas, vertederos y plantas de cogeneración en Centroamérica y actúa como intermediario en la venta del ahorro de emisiones conseguido a eléctricas polacas.
Juanes explica que no teme demasiado por el futuro del mercado: "El mecanismo de desarrollo limpio seguirá de una forma o de otra y puede que con matices y cambios. Lo más importante es que así lo creen los fondos de inversión que ponen el dinero y que calculan un precio de la tonelada de CO2 de 25 euros". Juanes está en Cancún con una decena de empresarios españoles reunidos por la Fundación Empresa y Clima.
El futuro del MDL está en el aire en las negociaciones de Cancún. Si nadie sabe qué forma tomará el acuerdo -si lo hay- a partir de 2012, mucho menos cómo quedarán los elementos que dependen de ese tratado. Pero los empresarios dan por hecho que seguirá.
Kjersti Ulset, autora del informe de Point Carbon, explica por teléfono: "Creemos que el MDL continuará y los mercados cuentan con ello independientemente de lo que ocurra en Cancún". Juanes coincide: "La prueba de que los inversores no están demasiado pendientes de Cancún es que Point Carbon saque ese informe sin esperar a ver cómo terminan las negociaciones".
La UE ya tiene en marcha legislación hasta 2020 que incluye la compraventa de derechos de emisión para reducir las emisiones un 20% respecto a 2020. La UE ha debate si ampliar ese acuerdo hasta el 30% pero está dividida: Reino Unido, Alemania, Francia, España, Dinamarca y Bélgica están a favor y Polonia -en general los países del Este- e Italia están en contra. Point Carbon apuesta por un término medio y "prevé que la UE vaya al 25% de reducción de emisiones, pero no inmediatamente hasta el 30%", según Ulset. Según Point Carbon, el aumento de la demanda de derechos de CO2 por parte de las eléctricas del Este de Europa hará subir el precio.
El secretario general de la patronal eólica mundial, Steve Sawyer, explica en los pasillos de la cumbre de Cancún una opinión similar: "Quizá es que ya soy mayor y tengo memoria, pero esto tiene altibajos. Querríamos señales más claras de los políticos sobre la continuidad de los mercados de carbono. Pero aun así sabemos que va a haber un mercado europeo y dos mercados regionales en EEUU. Conociendo a los chinos es cuestión de tiempo hasta que se apunten para conseguir una inversión en tecnología".
Aunque la continuidad del MDL no está decidida en Cancún, la prueba de que de alguna forma se piensa en su futuro es que los países han alcanzado un acuerdo para incluir la captura y almacenamiento de CO2 como forma de compensar emisiones, una demanda histórica de países como Arabia Saudí.
Los ecologistas son muy críticos. Aida Vila, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Aida Vila, señala: "La captura de CO2 solo es una excusa más para seguir quemando petróleo, gas y carbón. Además, no solo supondrá quitar enormes cantidades de dinero de las renovables, sino que la captura de CO2 solo se puede hacer en países con cierto nivel de desarrollo, que no son los más pobres. No es ahí donde debe ir la ayuda y la UE se contradice porque siempre dijo de centrar la ayuda en los más pobres". Point Carbon considera que la inclusión de la captura de CO2 para enterrarlo bajo tierra no afectará al precio de la tonelada, ya que es una tecnología a largo plazo.
De Cancún sale claro que hay empresas y sectores que están actuando al margen de las negociaciones. Una encuesta realizada por Ernst & Young a 700 ejecutivos concluyó que estaban dispuestos a aumentar sus inversiones en sostenibilidad.
Una de las iniciativas más interesantes fue la presentación de la web Shippingefficiency.org, en la que se puede consultar la eficiencia energética de más de 65.000 barcos de mercancías. La navegación emite más CO2 que un país como Alemania pero no están sometidas a ningún régimen de control. La iniciativa busca dar información a los consumidores y a las autoridades para beneficiar a los más eficientes. "La idea es que el puerto de Los Ángeles, por ejemplo, pueda dar preferencia a los buques más eficientes o rebajarles las tarifas. O decir que no pueden entrar los buques más contaminantes. Igual que no puedes comprar en Europa un frigorífico muy poco eficiente", señalan los responsables de la iniciativa.
La naviera Maersk, la mayor del mundo, apoyó la presentación a través de John Kornerup, su responsable de cambio climático: "Nosotros hemos mejorado la eficiencia, pero queremos que haya más transparencia para que el mercado pueda penalizar a las navieras más contaminantes".
EL PAÍS, Miércoles 8 de diciembre de 2010
Imagen: El País

08 diciembre 2010

La pasividad frente al clima cuesta un billón de dólares

MANUEL ANSEDE - Madrid

Con los presidentes y jefes de Estado desaparecidos, hoy empieza en un resort de lujo de Cancún el llamado tramo de alto nivel de la cumbre del clima de Naciones Unidas. Los ministros de Medio Ambiente de 194 países que llegan a la ciudad mexicana se van a encontrar con que, durante la primera semana de trabajo, sus negociadores han sido incapaces de acordar un documento base sobre el que trabajar, según reconoció el domingo la comisaria de Acción por el Clima de la UE, Connie Hedegaard. "Los textos que hay ahora mismo sobre la mesa no están listos para que los ministros los utilicen para llegar a un acuerdo", admitió.

Un fracaso en las negociaciones tendría un precio prohibitivo, como recordó ayer en Cancún la Agencia Internacional de la Energía (AIE). La pasividad de los 120 líderes mundiales reunidos el año pasado en la cumbre del clima de Copenhague que se cerró en falso con un acuerdo al margen de Naciones Unidas que condena al planeta a una subida de la temperatura de 3,5 grados este siglo ha costado un billón de dólares, según la agencia. Es el cheque que hay que pagar para limitar el calentamiento a dos grados, considerados el umbral del desastre por la comunidad científica. "Simplemente, no nos podemos permitir el lujo de seguir retrasando las actuaciones", declaró ayer el director ejecutivo de la AIE, Nobuo Tanaka. Si Cancún también fracasa, la factura aumentará otro billón de dólares.

La batalla diplomática en Cancún ahora se divide en dos frentes. Las conversaciones para llegar a un pacto global de lucha contra el cambio climático, que incluya a las 194 partes, parecen estar congeladas. Y la negociación para prorrogar el actual Protocolo de Kioto, el único mecanismo que obliga a los países industrializados a reducir sus emisiones de CO2, se tambalea.

Japón, Rusia y Canadá han denunciado en Cancún las contradicciones del protocolo, que sólo impone recortes a países responsables de menos de una cuarta parte de las emisiones mundiales. El principal culpable del calentamiento global, EEUU, rechazó sumarse al Protocolo de Kioto en 2001. Y China, primer emisor de CO2 en la actualidad, tampoco está sometido al protocolo porque su contaminación era mucho menor cuando se firmó, en 1997.

El año transcurrido entre Copenhague y Cancún, malgastado en unas negociaciones que se mueven a paso de dinosaurio, ha sido el más caluroso desde que existen registros. A falta de los datos finales, la Organización Meteorológica Mundial calcula que la temperatura en 2010 ha sido 0,55 grados superior a la media del periodo de referencia, 1961-1990, cuando se registraron 14 grados.

Y, sin un acuerdo del clima, las emisiones responsables del calentamiento global siguen disparándose. Pese a las alarmas, los gases emitidos por la quema de carbón y petróleo aumentarán más de un 3% en 2010, según advirtió la Universidad británica de Exeter hace unas semanas. La organización Oxfam vincula esta pasividad de los líderes con las muertes en desastres climatológicos. Entre enero y septiembre, 21.000 personas perecieron en inundaciones, incendios y olas de calor en el mundo, el doble que en todo 2009.

PÚBLICO, Martes 7 de diciembre de 2010

Imagen: Público

Rigor científico y evidencias del cambio

TERESA RIBERA

En los últimos meses hemos visto en los medios de comunicación críticas al Grupo Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático (IPCC). La coincidencia de fechas con las proximidades de la Cumbre de Copenhague nos ha llevado a pensar si existía alguna intención deliberada de desacreditar a la ciencia del cambio climático.

Existe un amplio consenso en la mayoría de la comunidad científica sobre el calentamiento del sistema climático. Esta conclusión está más allá de cualquier argumento, así lo demuestran los sólidos datos que se desprenden del análisis de la temperatura media global de la superficie del planeta. La evidencia del cambio climático en los últimos 100 años no sólo se puede deducir del incremento de la temperatura media global sino también de los cambios observados en el retroceso de los glaciares, la reducción del hielo en el Ártico, así como de los cambios en los comportamientos de la naturaleza.

El IPCC basa su trabajo en la literatura científica revisada y sus procedimientos y evaluaciones responden a un proceso riguroso y transparente, en el que participan científicos reconocidos y de diversas disciplinas procedentes de un gran número de países. Por ello, sus informes, sujetos de manera adicional a amplia revisión de expertos y Gobiernos, son imparciales, abiertos y objetivos. Las informaciones publicadas estos días en los medios de comunicación en relación con los glaciares responden a un error detectado en un informe de en torno a 1.000 páginas y que en ningún momento cuestiona o invalida la principal conclusión del documento, ni las evidencias científicas del cambio climático. Es más, la detección de este error es una prueba más de la evaluación constante y del análisis contrastado del trabajo abierto del IPCC. No es descartable -aunque no sea deseable, evidentemente- que pueda identificarse algún otro error en alguno de los datos fácticos de éste o de cualquier otro trabajo científico. En estos casos, sí debemos ser cuidadosos a la hora de extraer conclusiones y extrapolarlas al resto del informe invalidando el conjunto del trabajo o el resto de la información.

Ningún procedimiento de evaluación es inmune a un mal uso puntual, por ello, debemos trabajar para asegurar que se aplican los sistemas de control de calidad que tiene establecidos el IPCC, al mismo tiempo que se mejoran y amplían los procesos de evaluación y revisión de sus informes.

La sociedad y sus responsables políticos deben basar las decisiones y medidas que adopten de acuerdo con el mejor conocimiento científico y datos disponibles aportados por la investigación y la observación constantes. La credibilidad del sistema se basa en la calidad de la mejor ciencia posible y el IPCC sigue siendo una referencia de ello.

Teresa Ribera es secretaria de Estado de Cambio Climático.

EL PAÍS, Lunes 6 de diciembre de 2010

Más miedo al pacto que al clima

CLEMENTE ÁLVAREZ - Madrid -

El ya de por sí decepcionante acuerdo de Copenhague alcanzado en la última cumbre del clima ha comenzado su andadura con mal pie, aunque sigue contando formalmente con el respaldo de la mayoría de los grandes países emisores de CO2. El 31 de enero terminó el plazo para que los estados rellenasen los apéndices del pacto dejados en blanco con sus propuestas de reducción de emisiones para 2020 y las cifras remitidas son las de siempre. Una vez más, se avanza para volver atrás.

Lo peor es que, como ha recordado esta semana Greenpeace Internacional, se estima que estas cifras no son suficientes para contener en dos grados centígrados el aumento de la temperatura media del planeta, el umbral de riesgo marcado en el propio acuerdo. De forma paralela, Naciones Unidas había requerido que los países notificaran por carta su asociación al acuerdo, lo que en los últimos días han realizado 87 de las 192 naciones de la Convención sobre Cambio Climático.

"Por supuesto que estas aportaciones no son suficientes, por eso hay que pensar en nuevos instrumentos", reconoce Juan Rafael Elvira, secretario de Medio Ambiente de México, el que deberá ser el presidente de la próxima Cumbre del Clima en Cancún, que considera que hay que buscar los puntos en común para avanzar tanto en el pacto de Copenhague como en el proceso de negociación de Naciones Unidas. "Tenemos más miedo del acuerdo que del impacto del cambio climático. Hay que tener temor de las consecuencias del cambio climático y no tanto de un acuerdo que tendría beneficios para la mayoría de los países", se lamenta. Entre las naciones desarrolladas, la UE ha comunicado su compromiso legal de reducir un 20% sus emisiones respecto a 1990 e insiste en su disposición a llegar a un 30% si otros países asumen objetivos comparables. Por su parte, EE UU se fija un recorte del 17%, pero escogiendo como referencia 2005 (si fuera 1990, este recorte se queda entonces en un 4%).

"Es verdad que probablemente esto esté por debajo de lo que consideramos necesario para garantizar que la temperatura no se incremente dos grados centígrados", reconoce también Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático, que realiza a su vez dos matizaciones: "La primera es que estos objetivos suelen ser cuantificados con prudencia y es posible que el efecto reductor sea mayor del que se ha comunicado; y la segunda es que hay que seguir trabajando para profundizar ese nivel de compromiso: al igual que la UE espera llegar al 30%, es fácil que otros países puedan hacer más".

Para Ribera, lo fundamental es que el pacto se ponga en práctica cuanto antes. "Una vez que se pone en marcha, el proceso se acelera y resulta más sencillo profundizar en compromisos de reducción, pues se comprueba que es positivo y que representa una inversión en un futuro mejor".

En lo que se refiere a las acciones voluntarias para obtener reducciones de los países en desarrollo y emergentes, China ha vuelto a comunicar su intención de limitar el aumento de sus emisiones para 2020 entre un 40% o 45% por unidad del Producto Interior Bruto sobre 2005. A diferencia del Protocolo de Kioto, que contaba con un mayor consenso, pero que dejaba fuera a los dos mayores emisores de CO2 del planeta, China y EE UU, lo más destacado del texto danés es precisamente que involucra por primera vez a todos los grandes contaminadores. La representante española en Copenhague destaca que es muy importante que en este grupo que apoya por escrito el acuerdo estén todos aquellos que suman más del 80% de las emisiones a escala global.

La petición de Yvo de Boer, secretario de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, para que las naciones indicasen de forma expresa si se asocian al acuerdo de Copenhague ha creado cierto desconcierto. "Él hace una cosa un tanto peculiar, pues en realidad el acuerdo de Copenhague se expresó públicamente en el plenario", incide Ribera, que también asegura que no hay plazo para que el resto de países sigan remitiendo su apoyo. "Esto consolida el acuerdo, pues confirma que, si bien necesita de mayor precisión y de mayor desarrollo, también engloba la voluntad política y el compromiso personal de los máximos líderes".

Así pues, comienza con problemas el desarrollo de este texto, en un momento complicado para la lucha contra el cambio climático. Por un lado, los escépticos se crecen con los sonados errores del IPCC, el organismo científico de referencia en cambio climático de la ONU; y por otro, Obama se ve forzado a rebajar sus propuestas climáticas en el Senado para intentar llegar a acuerdos con los republicanos. Como informaba ayer Le Monde, el presidente de EE UU ha dado marcha atrás con su propuesta de cap and trade (mercado de emisiones).

Como anfitrión de la próxima cumbre del clima, México ha comenzado a reunirse con otros países para buscar fórmulas con las que hacer avanzar el proceso. "Debemos trabajar en un nuevo acuerdo vinculante. México no quiere generar altas expectativas, pero tenemos que lograr una participación de todas las partes para lograr ese gran alineamiento".

EL PAÍS, Lunes 6 de diciembre de 2010

Cancún lleva el clima hacia ninguna parte

RAFAEL MÉNDEZ - Cancún -

Los delegados de los 194 países reunidos en la Cumbre del Clima de Cancún parecen moverse por los pasillos del complejo hotelero de lujo que acoge la cita más lentamente que el año pasado en Copenhague. No hay un alud de periodistas detrás de ellos, ni enormes filas de cámaras a la entrada. Si Copenhague fue una superproducción de Hollywood, llena de efectos especiales, apariciones sorpresa y un final ridículo, Cancún es cine de autor. Los observadores veteranos aprecian los matices de "la atmósfera constructiva" en la negociación, pero el discurso deja ver que la lucha en la ONU contra el cambio climático camina, en el mejor de los casos, hacia ninguna parte. Porque nadie puede garantizar qué ocurrirá después de 2012, cuando termina el primer periodo de cumplimiento del Protocolo de Kioto.

El acuerdo, firmado en 1997, no incluye a EE UU (que no lo ratificó) ni a China (exento como país en desarrollo). Por eso Japón ha dicho que ya basta y en Cancún ha lanzado una sonora advertencia: "Japón no se inscribirá en un segundo periodo del Protocolo de Kioto bajo ninguna circunstancia". Con Japón están Canadá y Australia.

La UE fue ayer mucho más comedida, aunque su mensaje es similar. La comisaria de Cambio Climático, Connie Hedegaard, afirmó: "Estamos dispuestos a aceptar un segundo periodo de Kioto pero con condiciones: que otros se unan". Hedegaard recordó que la UE genera solo el 14% de las emisiones, y que su peso en el mundo va a menos conforme crecen las de China y otras economías. Hedegaard insistió aun así en que "hay que ser muy precavido" antes de matar Kioto. Su argumento es que sería como tirar una mala bicicleta antes de tener comprado un coche.

La secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, consideró que la declaración de Japón "no fue bienvenida y no ayudó al proceso en el que estamos. Posiblemente es legítima su posición: `Oiga, si alguien piensa que los cinco que estamos en Kioto sigamos y los demás se van de rositas, no?. Es legítimo, hace tiempo que lo venimos reivindicando muchos, pero el modo en el que se expresó generó reacciones intensas".

Entre ellas estuvo, como ya es norma, la de Bolivia. El embajador Pablo Solón Romero insistió en reclamar "un tribunal internacional de justicia climática" que juzgue a los países capitalistas, entre otras peticiones del bloque bolivariano. La opinión de Bolivia podría ser anecdótica si no fuera porque en este proceso de Naciones Unidas los acuerdos se adoptan por unanimidad. Y en Copenhague, Bolivia, Venezuela y Cuba ya bloquearon la adopción de un acuerdo cerrado entre los principales países del mundo.

Al ser preguntado si Bolivia está dispuesta a volver a bloquear el proceso, Solón replicó con una de esas declaraciones pausadas que encandilan a los periodistas anglosajones: "Hay 300.000 muertos al año por el cambio climático. ¿Hablar de 300.000 muertos no es hablar ya de genocidio? ¿Y usted nos va a decir que estamos bloqueando? ¿Qué? ¿Que no se siga matando a más personas?" El presidente Evo Morales es de los pocos jefes de Gobierno que acudirán a Cancún y la organización mexicana teme que venga no para ayudar sino para incendiar la cumbre. "Sería muy triste que una cumbre que se celebra en América Latina tenga en países de América Latina su primer obstáculo", opinó Ribera.

Los temas importantes, mientras, siguen abiertos. Pese a que ecologistas y Gobiernos destacan el ambiente de negociación, los países en desarrollo exigen más compromiso de reducción de emisiones de los países ricos. Y estos reclaman a los otros más transparencia. Pero ni la Administración de Obama puede ir más allá del recorte del 17% de emisiones en 2020 respecto a 2005 que anunció en Copenhague -la mayoría republicana del Congreso ya le va a hacer muy difícil lograr ese porcentaje- ni China ha dado muestras de que vaya a permitir auditar sus emisiones. En ese punto, la esperanza está puesta en una propuesta india de análisis internacional de emisiones.

Los cables de la diplomacia de EE UU revelados por Wikileaks y publicados por EL PAÍS, entre otros medios. aparecieron ayer por primera vez en la cumbre. El representante boliviano insistió en que ponían de relieve "la injerencia, las presiones, los chantajes, realizados por la Administración de EE UU". La comisaria europea de cambio climático se zafó de la cuestión alegando que eran "informes de parte" en el que solo se ofrece la versión de uno de los presentes en una reunión.

EL PAÍS, Miércoles 8 de diciembre de 2010

Imagen: El País