28 enero 2009

Obama pone en marcha sus primeras medidas contra el cambio climático

Tatiana López
Prometió cambiar las cosas y va camino de ello. Barack Obama detalló ayer parte de su política medioambiental destinada a reducir la dependencia energética de EE.UU. del petróleo y a reducir las emisiones de gases contaminantes. En un nuevo distanciamiento de George W. Bush, que negó hasta casi el fin de su mandato la existencia del cambio climático, Obama prometió que su país liderará la lucha mundial contra el calentamiento global.
El presidente de EE.UU. comenzó su intervención ante la prensa señalando que el cambio climático supone «un grave problema para seguridad nacional». Es por eso que su Administración propondrá nuevos estándares a la industria automovilística para que produzca vehículos de menos consumo para el 2011. Además, y en un claro desafío a las decisiones tomadas por el anterior Gobierno, el líder demócrata pidió a a la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) que reconsidere la petición del estado de California de poner sus propios límites a las emisiones de gases invernaderos, un proceso que Bush paró en seco. Aunque con este movimiento no se garantiza que California vaya a poder disfrutar de autonomía a la hora de poner coto a la industria automovilística, lo cierto es que esta decisión abre la puerta a otros 12 estados que también solicitaron en su día poder regular su propia contaminación a falta de una política federal coherente.
«No se negarán los hechos»
A este respecto, Obama quiso dejar claro que con él «se acabaron los días en que el Capitolio daba largas al problema, ya que mi Administración no negará los hechos, sino que se dejará guiar por ellos». Con esta postura, espera además contentar a centenares de grupos ecologistas, que siempre han denunciado que la política medioambiental de EE.UU., el segundo país emisor de gases invernadero, no atendía en realidad a las necesidades de los ciudadanos sino a determinados grupos de interés
«No vamos a ser rehenes de recursos que se están agotando, de Gobiernos hostiles, y de una tierra que se calienta», concluyó el mandatario, cuyo plan incluye el desarrollo de una nueva industria verde que pueda crear millones de nuevos empleos.
Precisamente, buena parte de esas inversiones saldrían directamente del nuevo plan de estímulo económico propuesto por Obama y cuya primera votación está previsto que se celebre mañana en el Senado. Sin embargo, y antes de que los congresistas se decidan a dar el visto bueno al paquete de medidas financieras, el Congreso deberá determinar si acepta la nominación del nuevo secretario del Tesoro, Timothy Geithner, cuya confirmación oficial estaba prevista en el Senado al cierre de esta edición.
Geithner, que la semana pasada logró el sí del Comité de Finanzas de la Cámara alta por 18 votos contra cinco, podría encontrar alguna resistencia entre los republicanos por las supuestas irregularidades cometidas por el economista en su pago de impuesto hace años .
Un problema al que podría enfrentarse también el designado como fiscal general del país, Eric Holder, cuya nominación fue bloqueada la semana pasada por los republicanos después de que algunos mostraran su preocupación por su falta de imparcialidad en el cargo.
Menos problemas ha tenido la nueva embajadora ante la ONU, Susan Rice, que ayer estrenó su cargo pidiendo una reforma de la organización mundial que la haga más «eficiente y efectiva». «Las Naciones Unidas es una institución de importancia vital. Tiene un gran potencial, pero aún necesita grandes mejoras», aseguró Rice, conocida por sus grandes divergencias con la Administración Bush.

LA VOZ DE GALICIA, Martes 27 de enero de 2009

No hay comentarios: