09 julio 2010

España camina firme por la senda verde

MADRID (dpa) - En tiempos de crisis, ahorro energético y empleo verde. Un informe del Ministerio de Medio Ambiente español señaló en abril que el sector de las energías renovables es el que más ha crecido en el país, multiplicando por 30 el número de empleos en una década.
Mientras que energías como la maremotriz están en una fase muy incipiente, la solar fotovoltaica empieza a arrancar con fuerza. En 2009, el tres por ciento de la electricidad consumida en España fue de origen solar, en su mayoría fotovoltaico. Un porcentaje muy significativo frente al extranjero, pero nada comparable al 20 por ciento que ya alcanza en el mix energético eléctrico la eólica, mucho más asentada en su implantación y desarrollo.
Consolidación de la eólica y despegue del coche eléctrico
"Nuestro objetivo es lograr los 40.000 MW en 2020", dijo a dpa Alberto Ceña, director de la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Un reto "factible" que supone un incremento de unos 2.000 MW al año. Y hay casos que lo demuestran, como Castilla-La Mancha: en esta región, un 70 por ciento de la energía eléctrica producida procede de fuentes renovables, y el objetivo es lograr el 100 por 100 en 2012.
Pese a la incertidumbre en el sector debido al nuevo marco regulatorio, que prevé una reducción de las primas, la eólica no ha parado de crecer: A finales de 2009 suponía casi un 20 por ciento de la potencia instalada en España, y tanto fabricantes como promotores apuestan por invertir en el extranjero. China y Estados Unidos son los principales mercados, y recientemente también Brasil se está perfilando como una oportunidad de negocio importante, señala Ceña.
Pero aunque cuenta con el apoyo de organizaciones ecologistas, no todos defienden la energía eólica y a veces resulta complicado llegar a acuerdos con grupos conservacionistas locales, dice Ceña. Las críticas van desde el impacto visual a las luces nocturnas o la incidencia en el entorno. "Hacemos esfuerzos por informar, pues los beneficios que aportamos son mucho mayores" y "tratamos de demostrar que la incidencia es baja, especialmente en la avifauna", sostiene.
Y esa no es su única batalla. "La eólica tiene la gran ventaja de que utiliza recursos locales, pero el inconveniente de que no somos capaces de seguir la evolución de la demanda". Esto significa que hay deficiencia de generación en las horas pico y, en cambio, se produce excedente en las horas valle (durante la noche). "El problema es que España es una isla eléctrica", señala en referencia a las escasas comunicaciones con Europa y Marruecos. Y una de las opciones para solventar esta situación son los vehículos eléctricos.
Así, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha fijado un plan para lanzar el coche eléctrico en España, que prevé que en 2014 circulen por el país unos 250.000 coches eléctricos o híbridos (con motor eléctrico y de gasolina). Para lograrlo, fijará una tarifa eléctrica más barata si se enchufan los coches en horario nocturno y se subvencionará la compra hasta en un 20 por ciento.
Y ya se están dando pasos: A mediados de junio se instaló en Valencia la segunda cabina de recarga y la Torre Picasso se acaba de convertir en el primer rascacielos de oficinas de Madrid que incorpora plazas de aparcamiento con puntos de recarga para baterías. Pero aún hay mucho camino por recorrer: Pese a que expertos califican las previsiones del Ejecutivo de muy optimistas, si éstas se cumplen los coches eléctricos sólo supondrían un uno por ciento del parque automovilístico nacional en 2014.
Eficiencia energética: viviendas y usuarios inteligentes
Con todo, la energía más limpia es la que no se malgasta. Siguiendo esta premisa se han desarrollado una serie de avances tecnológicos, desde las sencillas bombillas de bajo consumo y L.E.D. a electrodomésticos más eficientes o un mejor aislamiento de los edificios, que buscan un mismo objetivo: combatir el despilfarro.
Y es que construir edificios eficientes o adecuar los que ya existen ahorraría hasta un 30 por ciento de la factura energética de todo el país, según afirmó este mes de junio la fundación La casa que ahorra.
Factores como una orientación favorable, aislamiento óptimo, vidrios de alta eficiencia térmica o una ventilación adecuada permiten combatir esa pérdida de energía que resulta invisible a los ojos, porque se escapa a través de muros, ventanas, suelos y techos.
En consonancia con los objetivos 20-20-20 de la Unión Europea (reducir las emisiones de gases contaminantes en un 20 por ciento, aumentar la eficiencia energética un 20 por ciento e incrementar hasta un 20 por ciento el porcentaje de las renovables en el mix energético, todo hasta 2020), el Ministerio de Vivienda acaba de anunciar un nuevo marco normativo para 2011 que elevará las exigencias técnicas en la construcción e impulsará la rehabilitación de viviendas. Y esta última actividad generará 56 empleos por cada millón de euros invertidos, según un estudio del ministerio.
Pero además, la eficiencia energética debe ir acompañada de una necesaria concienciación. Igual que se ha avanzado en las campañas educativas sobre las consecuencias del cambio climático, "hay que aprender a ser más eficientes cambiando nuestros hábitos", sostiene Mikel Aguirre Claramount, director de Efergy España.
Partiendo de que lo que no se mide no se puede controlar, su empresa ha desarrollado un contador instantáneo de electricidad que permite reducir hasta un 30 por ciento el consumo energético en los hogares.
¿Cómo? Informado en tiempo real de cuánta energía se está consumiendo y calculando su coste económico según las distintas tarifas.
"Hay que dar a los usuarios las herramientas que necesitan para que sean ellos quienes tomen las decisiones", señaló en una entrevista con dpa. Así, el contador identifica las áreas donde se está malgastando energía, por ejemplo televisores apagados en stand-by o electrodomésticos enchufados a la red sin que estén funcionando. Y con esos datos -el aparato también muestra la cantidad de kilogramos de CO2 emitidos a la atmósfera-, el consumidor doméstico decide.
En el mismo sentido se sitúa también el proyecto Smart City, un nuevo modelo de gestión energética que supondrá un ahorro de un 20 por ciento en el consumo y un gran favor al medio ambiente, pues evitará la emisión de 6.000 toneladas anuales de gases contaminantes.
El plan, pionero en España, está gestionado por un grupo de 11 empresas europeas y se lleva a cabo en La Misericordia(Málaga). Allí comenzaron a instalarse a mediados de junio los primeros telecontadores inteligentes para viviendas, que además de ofrecer ventajas para el usuario proporcionan información fiable y constante sobre el comportamiento de la red eléctrica, lo que permite mejorar su explotación y evitar sobrecargas.
EL PAÍS.CR, Miércoles 29 de junio de 2010

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