18 mayo 2009

La primera batalla, concienciar

CARMEN MAÑANA
En 1998, en España, sólo se reciclaba un 5% de los envases u del papel. El año pasado de llegó al 62%, según datos de Ecoembes, la empresa privada sin ánimo de lucho que gestiona desde hace más de 10 años la recogida selectiva, recuperación y reciclaje de estos residuos. En este mismo periodo, el reciclaje de vidrio de ha incrementado en más de un 170%. Hoy se trata un 60% de las botellas y tarros, como señalan desde la entidad que gestiona los envases de esta material, Ecovidrio. Un éxito en el que tiene mucho que ver el aumento de infraestructuras – más contenedores, más plantas de tratamiento -, pero también la eficacia de las campañas de concienciación. Un aspecto al que los Sistemas Integrados de Gestión (SIG) – como Ecoembes y Ecovidrio – dedican muchos esfuerzos. Al fin y al cabo, el gesto que pone en marcha la cadena depende de los ciudadanos.
El primer paso suele ser, simplemente, dar a conocer la existencia de un sistema de reciclado de un residuo concreto y destacar la importancia de contribuir a su correcta gestión. Presentarse, en resumidas cuentas, como hacía Sigre, que se encarga de los medicamentos caducados, en sus spots de televisión y radio.
En Ecoembes hacemos también estudios para detectar los frenos que puede tener la gente a la hora de actuar”, explica su director general, Antonio Barrón. Así han descubierto las coartadas, las excusas que buscan los ciudadanos para justificar el hecho de no separar los residuos. “Las más comunes son que detrás de todo esto hay un negocio oscuro o que no vale para nada porque luego en los camiones o en las plantas se mezcla todo”, relata Barrón. El objetivo de sus campañas es demostrar que estas creencias son falsas y estimular el reciclaje probando, con caos tangibles, que el esfuerzo merece pena. “La dado muy buenos resultados explicar, por ejemplo, que de 50 botellas de agua recicladas sale el material necesario para un forro polar”, adelanta el director. En Ecovidrio cuentan que con el ahorro de energía que se consigue al reciclar cuatro botellas de vidrio se lograría que un frigorífico funcionara un día completo. Datos que pueden haber influido en que, en 2008, se tratasen más de 970.000 toneladas de vidrio, un 9% más que el año anterior.
El siguiente objetivo es potenciar el buen uso de cada contenedor: “Vamos, que la gente no eche las cintas de VHS al amarillo, que es algo bastante común”, remata Barrón. Entre otras medidas, ocho motoristas de Ecoembes recorrerán varias ciudades respondiendo a domicilio las dudas de la gente.
Pero no todo consiste en educar a los ciudadanos. El objetivo de otras SIG que se ocupan de residuos cuyo reciclaje tenemos aún tan poco interiorizado, como los neumáticos o el aceite industrial, sol los profesionales. Su labor de zapa, distinta, pero no menos dura.
Signus es la mayor gestora de neumáticos fuera de uso de España. Trabaja con más de 28.000 talleres. “Son nuestros clientes. La gente va a cambiar sus ruedas allí y nosotros nos encargamos de recogerlas y llevarlas a reciclar”; resume su director general, Jesús María Muñoz. como él mismo explica, esta sistema permite llegar a casi el 100% de los neumáticos viejos. Fácil, pero sólo en teoría. Su gestión no la paga el taller, sino el usuario. Al precio de cada rueda nueva se le añade 1,57 euros. Pero el objetivo de sus campañas es involucrar a los talleres, ya que algunos de ellos son fraudulentos. “Unos cobran el extra al cliente, no se lo pagan a Signus y se lo meten en el bolsillo. Otros, directamente, no lo incluyen en la factura y así son más competitivos que el taller de enfrente, porque, aunque parezca increíble, hay gente que se decide por seis euros”, explica Muñoz. El problema es que, de momento, no hay ninguna señal que diferencie los neumáticos que sí han pagado el extra para su posterior gestión de los que no: Signus los recoge todos. El resultado es que el precio del ecovalor se encarece para cubrir los gastos de los que no lo pagan pero lo disfrutan. Algo parecido les sucede a los SIG que gestionan el aceite usado, como Sigaus. “Hay, por ejemplo, grandes superficies que importan motos que vienen con aceite. No pagan la tasa – que es de 30 céntimos de euro por cada litro – pero luego ese aceite se recoge y trata aquí”, argumenta Eduardo de Lecea, director general de Sigaus.
La SIG considera que se recicla casi la totalidad del aceite industrial usado, que el año pasado fueron unas 180.000 toneladas. De ellas, un 70% se reconvirtió en 80.000 toneladas de nuevos lubricantes, casi un quinto del consumo nacional.

EXTRA RECICLAJE
EL PAÍS, Sábado 16 de mayo de 2009

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