29 julio 2009

El barrio más sostenible de Australia.

Miriam Llay – Madrid
En diciembre de 2007, Australia ratificaba el Protocolo de Kioto tras haberle dado la espalda durante una década. Casualmente, en esa misma fecha, el grupo inmobiliario Frasers Property, junto con reputados arquitectos, la administración local y el Instituto de Desarrollo Sostenible para el Futuro de la Universidad Tecnológica de Sydney, empezaban a elaborar el proyecto de reordenación urbanística de seis hectáreas en el sur de la ciudad australiana; una zona comprendida entre las calles Broadway y Abercrombie, en el famoso barrio de Chippendale. La zona elegida es, actualmente, una mezcla de edificios de los años 50-70, de comercios y de un polígono industrial. El proyecto Fraser´s Broadway le dará la vuelta para transformarla, en 2012, en la manzana más sostenible de toda Australia.
Sydney quiere reducir sus emisiones de efecto invernadero en un 60 por ciento. Un pequeño paso es este rediseño de la barriada Fraser´s Broadway en la que participan los galardonados con los premios Prizker, el considerado Nobel de arquitectura, Norman Foster y Jean Nouvel.
Para empezar, las seis hectáreas que ocupa aportarán cero emisiones de CO2 a la atmósfera y será una de las primeras en recibir el Green Building Council of Australia, es decir, el sello oficial de que es cien por cien verde. En total, se calcula en cien millones de dólares australianos las inversiones en equipación sostenible y que el 90 por ciento de los residuos generados por la demolición se reciclará en la construcción de la nueva ciudad.
Tanto la energía eléctrica, como la calefacción y la refrigeración provendrán de distintos sistemas de trigeneración colocados en varios puntos de esta pequeña ciudad, reforzados por una red de paneles fotovoltaicos en los techos y de tubos solares en las fachadas.
REFUCCIÓN DEL GASTO DE AGUA
El cien por cien del agua no potable se alimentará de sistemas de captura de lluvia, que se almacenará en un tanque subterráneo situado en el gran parque central, y de la obtenida desde una única planta de reciclado de aguas residuales. Este parque será el pulmón de Fraser´s Broadway, pero será mejor acudir en una de las bicis que se alquilarán en el barrio, porque los coches tendrán limitados algunos accesos. En esta miniciudad, el diseño bioclimático de los edificios es clave para la autosuficiencia energética, incluso está prevista la posibilidad de vender el exceso de kilovatios a los barrios vecinos.
Fraser´s Broadway planea dos edificios icono que redibujen el aspecto del barrio. Uno de estos edificios es el que ha proyectado Nouvel y que tendrá un uso tanto comercial como privado, con espacios para oficinas, apartamentos y pisos en venta (a 4.000 dólares australianos en m2, unos 2.290 euros...no está mal). Será el más alto y ocupará una extensión de 97.000 m2, de los que 32.000 estarán cubiertos de plantas. Jardineras verticales decorarán sus fachadas, lo que convierte la idea en uno de los puntos fuertes desde la perspectiva de la regulación de una climatización natural que evite consumo energético. Pero también es uno de los más criticados por el gasto de agua que podría conllevar su mantenimiento. ¿Cuál ha sido la solución de Jean Nouvel? Contar en el proyecto con Patrick Blanc, un botánico famoso en el mundo de la arquitectura y el paisajismo por sus diseños de jardines verticales en forma de muro vegetal y de los que hay muestras en los pabellones de la Plaza de España en Santa Cruz de Tenerife, en los de la Caixa Forum madrileño o en los del Acuario de Génova, en Italia. Lo que estos muros logran es, según Blanc, “asentarse en materiales verticales y obtener por gravedad sus nutrientes mediante un sistema inventado al observar la flora más baja de los bosques tropicales que debe subsistir casi sin luz o flotando en el agua”. Este jardín no necesita tierra; sobre la estructura metálica de la fachada, se coloca una lámina plástica y un fieltro en el que se ubican musgos y las distintas especies de arbustos y plantas. La fotosíntesis y el agua es todo lo que necesitan para vivir. El resultado, además de paisajístico, es aislar, con esta tupida manta verde, el edificio de la contaminación atmosférica de las inclemencias del tiempo. Haga frío o calor, el jardín mantiene un microclima en el espacio que lo rodea.
Fraser´s Broadway es el más realista de los proyectos sostenibles que ha tenido Sidney. En el año 2007 ya se había planteado un prototipo similar de ciudad ecológica cien por cien, en la Bahía de Sydney, diseñado por el equipo dirigido por Rafael Pizarro, profesor de Planeamiento Urbano en la facultad de Arquitectura de la Universidad Local y que, de momento, se ha quedado en el papel. ¿Una moda parecida a la de otros megaproyectos verdes como el de Abu Dhabi en Dubai? Los australianos se lo toman más en serio. En la conferencia Greenhouse 2009 celebrada en marzo en Australia, se aseguraba que el calentamiento de la atmósfera de Sidney será tan grave en 2060 que aumentará la mortalidad de los ancianos. Proyectos como Fraser´s Broadway cambiarán este preocupante panorama.
VERDE – LA RAZÓN, Domingo 19 de julio de 2009

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