28 agosto 2007

Al sol que más calienta

Cada vez son más los pequeños inversores que deciden apostar por el medio ambiente y ponen sus ahorros a producir energía eléctrica a partir del sol. Una opción limpia y con alta rentabilidad asegurada.

POR PILAR QUIJADA
“Cultivar” energía respetuosa con el medio ambiente por medio de grandes “plantas” artificiales fabricadas con células de silicio es una opción en alza. Como inmensos girasoles metálicos, los paneles solares empiezan a verse en nuestro paisaje como emblema de las energías renovables, siguiendo la estela de la eólica, hasta ahora una de las bazas más importantes – en 2006 alcanzó una potencia instalada de 11.738 megavatios.
Sólo se necesita sol – que no nos falta – y la última tecnología en placas fotovoltaicas para producir energía eléctrica capaz de abastecer a nuestros hogares. En Alemania ya hay edificios construidos para aprovechar la energía solar y autoabastecerse de electricidad. Y es que el país germano, a pesar de contar con menos horas de sol que el nuestro, ha sabido sacarlas mejor partido y se ha puesto a la cabeza en energía fotovoltaica. Ya tiene instalados más de 3.000 megavatios (Mw), una cifra que supera con creces los 133 Mw con que a finales de 2006 contaba España.
A pesar de ello las plantas de producción de energía fotovoltaica están experimentando un auge exponencial, según datos de la Comisión Nacional de la Energía, “debido fundamentalmente a la retribución muy favorable de estas instalaciones y a la simplificación de las condiciones de conexión a la red”. De acuerdo con el Plan de Energías Renovables, el objetivo es que España llegue a los 400 Mw de aquí al año 2010 para contribuir a la reducción de los niveles de CO2 como exige Kioto. Un tope que se ha quedado corto y se prevé que se alcanzará en 2008.
A este auge ha contribuido la idea de huerta solar impulsada por la empresa Acciona Solar, que ha registrado la marca. Consiste en la agrupación en un mismo recinto en régimen de multipropiedad de pequeñas instalaciones fotovoltaicas que permiten a pequeños inversores participar en la producción de energía limpia.
En lista de espera
Una iniciativa que se puso en marcha en 2002 en Navarra y que ha tenido excelentes resultados. Tanto que Acciona tiene abierta lista de espera. De momento, según informan fuentes de la compañía, lleva instalados 23 Mw, que pertenecen a dos mil personas o pequeñas empresas convertidos en productores de energía solar.
Su planta emblemática es desde marzo pasado la de Monte Alto, en Milagro (Navarra), la tercera del mundo en potencia instalada (9,5 Mw) y la primera en producción debido a las condiciones de sol favorables de nuestro país. Agrupa un total de 753 propietarios que han invertido en conjunto 65 millones de euros. Además de los beneficios a los inversores, esta huerta solar se estima que generará anualmente una electricidad equivalente al consumo de cinco millones de hogares – 14 millones de kilovatios hora – y evitará la emisión a la atmósfera de unas 13.500 toneladas anuales de CO2.
Y es que como explica Javier Antama, presidente de ASIF (Asociación de la Industria Fotovoltaica), “muchas personas quieren contribuir al desarrollo de la energía solar fotovoltaica y les gustaría tener una instalación en su casa pero por diversas razones no pueden: porque el resto de los vecinos de la comunidad de propietarios no está de acuerdo, porque no hay espacio, porque el tejado no reúne las condiciones de luz necesarias o simplemente porque prefieren evitar los papeleos y optan por adquirir una parte de un parque solar y que otros los administren y mantengan”. Los encargados de la administración y mantenimientos son empresas promotoras. Gustavo Carrero, consejero de OPDE explica que cuando un particular o una empresa compra un activo de un parque solar se convierte en un pequeño productor de energía renovable y “se da de alta la instalación a su nombre en el registro de Industria de Energías Renovables. Además, firma un contrato con una de las tres compañías eléctricas – Iberdrola, Endesa o Unión FENOSA – que tienen la obligación por ley de comprarle la energía y pagarla a un precio marcado en el RD 661/2007”. La garantía estatal de que dichas tarifas se van a mantener durante un largo período de tiempo es la basa de que muchas instalaciones se estén efectuando como inversiones a largo plazo por parte de empresas y particulares. El rendimiento económico está entre el 8 y el 10 por ciento. Además del papeleo, la promotora se encarga del mantenimiento y seguridad de la planta.
Rentabilidad asegurada
El tiempo en que se amortiza la inversión depende de la zona donde esté ubicada y las características de la instalación, aclara Carrero: “en una instalación con seguidor solar – un dispositivo que permite que los rayos solares incidan perpendicularmente a las placas a lo largo del día y del año – el capital se amortiza en unos 8 años. Las instalaciones con seguidor solar son un 12 por ciento más caras respecto a las fijas, pero incrementan los ingresos en un 35 por ciento”. Las zonas más productivas, aclara, no son necesariamente las situadas más al sur: “El silicio no funciona bien con el exceso de calor. Al instalar una planta fotovoltaica no sólo se mira la radiación solar, sino que sea una zona ventilada, con aire fresco. De lo contrario la producción en los meses de verano baja”.
Prácticamente en todas las comunidades se están instalando granjas solares. Muchas ofrecen ayudas a los inversores en forma de créditos o reducciones fiscales. Y el tipo de suelo que ponen a su disposición varía de unas a otras. Una de las más restrictivas es la Comunidad de Madrid, señala el presidente de ASIF, que únicamente permite la instalación de parques solares en terreno urbanizable.
No todo son ventajas. En la Comunidad de Madrid, en Cenicientos, hay un ejemplo – aunque sea un caso aislado, como asegura el presidente de ASIF -. Alejandro García Dávila, señala que tiene en funcionamiento desde el año 2001 tres huertas solares, de 50, 120 y 400 Kw, respectivamente. Todos están produciendo ya energía eléctrica que se vierte a la red. Sin embargo, 12 de los inversores no están recibiendo beneficios por sus 180 Kw. Una falta de coordinación entre las Consejerías de Industria y Medio Ambiente se lo impiden. Paradójicamente, asegura, las instalaciones han sido subvencionadas por la Comunidad de Madrid.
Los ecologistas opinan
El portavoz de Greenpeace, Miguel Soto, explica que: “Como impulsores del Proyecto 100 % renovables, consideramos los huertos solares como una herramienta fundamental. Una muy buena solución en zonas donde pueden hacerse pequeñas minicentrales. Además se convierte suelo agrícola, excedente en Europa, en centrales solares y se cumplen con los objetivos de Kioto de reducir emisiones de CO2”. Heikki Willstedt, experto en energía y cambio climático de WWF/Adena, señala que aunque exista la percepción de que el tipo de primas que se otorga a estas iniciativas encarece los costes de electricidad, no hay que olvidar que disminuye la importación de combustibles fósiles y tiene ventajas medioambientales. Ambos resaltan que el tope establecido en 400 Mw es insuficiente. Javier Antama, presidente de ASIF, señala que, en 2005, cuando se redacta el Plan de Energías Renovables, se contaba con 5 – 10 Mw: “Pasar a los 400 Mw era todo un reto. Ahora se han quedado pequeños y estamos en conversaciones con el Ministerio”.

ABC 19_8_2007

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