28 agosto 2007

DiCaprio se pone ecologista

El actor presenta y produce “La undécima hora”, un documental sobre el cambio climático recién estrenado en EEUU y que no sigue la senda apocalíptica del filme de Al Gore.
El desierto avanza, los glaciares se desangran y el calor amenaza con destruirlo todo. Al Gore ganó un oscar y se hizo oír en todo el planeta. Ahora llega Leonardo DiCaprio con una visión mucho más constructiva y optimista.
CARLOS FRESNEDA
De las colinas de Hollywood a las cloacas de Los Angeles ... Leonardo DiCaprio ha decidido pisar el fango e implicarse hasta el tuétano en “La undécima hora”, el documental que camina sobre la estela draconiana de la verdad incómoda de Al Gore, pero con un optimista giro final: nos queda tiempo – aunque no mucho – para imprimir el giro necesario y evitar el desastre ecológico.
“No se trata de salvar la Tierra, porque el planeta es perfectamente capaz de seguir adelante sin nuestra especie”, advierte en los prolegómenos Kenny Ausubel, fundador de los Bioneers, asesor e inspirador de DiCaprio en este viaje al futuro posible. “La pregunta es, ¿seremos capaces de sobrevivir nosotros?”.
David Suzuki, biólogo canadiense, nos recuerda como el 99% de las especies que habitaron el planeta se han extinguido, y cómo el hombre está pisando el acelerador de la desaparición masiva de los hábitats. El científico Stephen Hawking, con la voz entre profética y robótica que emite su ordenador nos advierte: “Al ritmo actual de destrucción, la Tierra podría acabar siendo un planeta baldío e inhabitable. Igual que Venus”.
Como contrapunto, las palabras del ex director de la CIA, James Woolsey, convidado de piedra entre la amalgama de científicos y expertos, recuerda la vieja cita de Churchil sobre la fe en el futuro: “Los americanos acaban haciendo lo que hay que hacer; desafortunadamente, lo hacen siempre después de agotar las otras opciones”.
La indolencia de sus compatriotas, los mayores consumidores y contaminantes del planeta, fue precisamente el acicate que impulsó a Leonardo DiCaprio a lanzarse como productor y presentador de “La undécima hora”. “El cambio climático es un hecho probado”, asevera DiCaprio. “Y tengo la esperanza de que EEUU responderá y servirá de ejemplo al resto del planeta”.
Más que un rostro atractivo, intercalado entre los bustos parlantes y el río desbordante de imágenes del planeta, Leonardo es el hilo conductor. “Le consideramos un co - creador”, aseguran las hermanas Nadia Conners y Leila Conners – Petersen, directoras de la película.
El puente entre unos y otros ha sido Kenny Ausubel, el fundador de los Bioneers, el grupo – paraguas de ecologistas, científicos y pensadores reunidos bajo el lema "Restaurar la Tierra". Leonardo - y su madre - asistieron hace dos años al cónclave de los Bioneros en San Rafael (California), y ahí brotó la idea que con el tiempo acabaría alumbrando "Laúndécima hora".
Pese a la severidad del título - la hora "undécima" es "la última oportunidad" - la película no llega a teñir la gran pantalla del negro apocalíptico de "Una verdad incómoda". El último tercio del metraje se dedica precisamente a explorar el pensamiento científico, las energías renovables, el diseño urbano y las sociedades humanas para responder a la gran pregunta de fondo: "¿Tiene la Naturaleza todas las respuestas que necesitamos para restaurar los recursos, proteger nuestra atmósfera y asegurar nuestra pervivencia en el planeta?".
"Lo primero que tiene que cambiar tal vez es nuestra lógica interna", recalca Leila Conners - Petersen. Nadia Conners apela a la necesidad de un movimiento social, equiparable al de los derechos civiles de los años 60, "para reclamar el bien común y el control de nuestras vidas que hoy por hoy ejercen las grandes corporaciones".
Las directoras han querido dar continuidad al mensaje con una página web, http://www.11thhouraction.com/, que aspira a ser una llamada a la acción directa, con experiencias y soluciones de todos los rincones del mundo, para hacer frente al reto del cambio climático.
Leonardo DiCaprio se remonta a la raíz del problema - "la disociación entre el hombre y la Naturaleza que se produce en la Revolución Industrial" - y el incombustible Jerry Mander, una de las voces más críticas contra la globalización, recrea de esta manera el modo en que vivimos: "Parecemos robots, viviendo a expensas de las máquinas y con la ilusión de que no necesitamos la Naturaleza para sobrevivir". Lester Brown, autor de "La eco - economía", nos ofrece una posible solución: "Bajemos los impuestos sobre la renta y subamos al mismo tiempo los impuestos por las emisiones de CO2...Quien contamina, tiene que pagar".
"Uno puede ver desde el espacio como la raza humana ha alterado la faz de la Tierra", advierte Stephen Hawking. "La evidencia de que la explotación del planeta está llegando a un límite crítico, pero las demandas humanas crecen y crecen".
"Tenemos que reimaginar hasta el último aspecto de nuestras vidas", advierte el pensador y ex empresario Paul Hawken, coautor de "El Capital Natural". "Unos lo considerarán como un peso enorme, pero otros preferimos verlo como un reto: esta generación tiene la responsabilidad de cambiar el mundo".
La premio Nobel Wangari Maathai nos recuerda el valor incalculable de los árboles, y el arquitecto William McDonough, autor de "Cradle to Cradle", insiste en cómo los edificios del futuro tendrán que ser como nuestros queridos parientes vegetales: modelos autosuficientes de aprovechamiento de la energía, sin desperdiciar una gota de agua ni generar un solo desecho.
"¿A qué se parecerá el futuro?", se pregunta DiCaprio. "¿Será nuestra generación capaz de crear un mundo sostenible a tiempo? ¿Quién guiará este cambio masivo?".


EL MUNDO / UVE / DOMINGO 19 DE AGOSTO DE 2007

No hay comentarios: