02 agosto 2007

El alto precio del petróleo desata una fiebre mundial por la energía atómica.

Según un estudio del Real Instituto ElCano, desde el punto de vista energético, en la primera mitad de siglo, nos enfrentamos a cuatro retos fundamentales:

- La más que probable llegada del declive de la producción mundial de petróleo;

- El acusado incremento de la demanda energética global, debido a la importante irrupción de las economías emergentes como China o India;

- La elevada concentración de las reservas finales de hidrocarburos en áreas de inestabilidad, y la consiguiente competencia que se desatará por acceder a estos recursos;

- Y por último la obligación de reducir las emisiones contaminantes.
Estrategia nuclear
Ante este futuro energético los países ven en el plan nuclear una apuesta de futuro, como un modo de diversificar las fuentes energéticas. Una de las grandes ventajas de las centrales nucleares es la no emisión de gases contaminantes, dato importante si contamos con el deseo de todas las economías de seguir creciendo, sin tener que pagar por superar la tasa de emisiones contaminantes.

Este es el caso de la nueva política energética de la UE, que pretende reducir las emisiones de CO2 en un 20% para 2020, a la vez que propone que en 2050 el mix energético esté basado en energías renovables, en biocombustibles, en tecnologías de combustión limpias para carbón y gas, en energía nuclear de fisión de cuarta generación y en energía nuclear de fusión.

Los países emergentes han visto igualmente en la energía nuclear una manera de seguir creciendo. China, segundo consumidor mundial de energía, con el objetivo de reducir su dependencia energética, podría aprobar la construcción de cuatro nuevos reactores.
Pero, sin duda, uno de los más novedosos saltos a la energía nuclear es el del sureste asiático (Birmania, Filipinas, Indonesia, Malasia, Tailandia, Vietnam). Para entender este cambio de estrategia hay que considerar que, según los analistas, la llegada de la energía nuclear al sureste asiático podría ayudar a la región a aliviar de forma relativamente barata su gran demanda energética con menos emisiones.
Peligros colaterales
El previsto auge nuclear mundial ha levantado la voz de alarma en algunos sectores, especialmente ante los riesgos potenciales en Oriente Medio y Asia. Entre los temas que preocupan se encuentran el riesgo de un ataque terrorista o seísmo en la zona de las centrales. No en vano, está reciente el caso de la fuga de la mayor central eléctrica de combustible nuclear del mundo, en Japón, por un terremoto.
Otro de los recelos que se presenta ante este tipo de energía es la finalidad con que ésta puede ser usada. Tener armas nucleares ha sido siempre un símbolo de poder, restringido a unas pocas potencias mundiales. Por eso, los nuevos planes asiáticos serán desarrollados en colaboración con la OIEA - Organismo Internacional de Energía Atómica-, que quiere mantener esta región libre de armamento nuclear.
Por último, es reseñable el aumento de precio de uno de los elementos utilizados, el uranio, como consecuencia de la apuesta masiva por este tipo de nergía. Desde enero pasado, casi se ha duplicado, y desde 1998 se ha encarecido un 1600%.


LA GACETA DEL JUEVES, 2 DE AGOSTO DE 2007

No hay comentarios: