03 noviembre 2007

El chopo, la colza y el sorgo son la gasolina del futuro

MARÍA GARCÍA DE LA FUENTE - MADRID
Los cultivos energéticos que más se están desarrollando en los campos españoles son la colza, el sorgo y el chopo, y serán la futura gasolina, bien en forma de biomasa o de biodiésel.
La biomasa como combustible sólido se aplica en la producción de calor y electricidad, y los cultivos más adecuados son el chopo para las especies leñosas y el sorgo forrajero, brassica o el cardo para las herbáceas. Mientras, los biocombustibles líquidos (biodiésel o bioetanol) se obtienen de aceites vegetales extraídos de cultivos oleaginosos como la colza o el girasol; de azucarados como la caña de azúcar o la remolacha; y de cereales como el maíz, cebada o trigo.
El proyecto estratégico On Cultivos, que coordina Juan Carrasco, del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT), lleva dos años produciendo cosechas para demostrar las aplicaciones comerciales de estos cultivos. Ya hay 1.000 hectáreas plantadas con chopo, sorgo forrajero, colza y carinata, y este segundo año se han obtenido mejores resultados gracias al clima y a la mejora en la selección del terreno para estas especies. El presupuesto para el proyecto de On Cultivos es de 79,6 millones de euros, y participan 18 empresas y ocho universidades y organismos de investigación.
30.000 hectáreas
El objetivo es llegar a las 30.000 hectáreas en 2012. "En el caso de la carinata, de la que se obtiene una semilla con aceite para biodiésel, se obtiene mayor rendimiento que la colza en condiciones semiáridas, por lo que el próximo año se plantará en Extremadura y Andalucía", comenta Carrasco. Los más de medio centenar de agricultores que participan en este proyecto están distribuidos por Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Navarra.
Además de estos cultivos ya viables, se está experimentando en pequeñas parcelas con especies potenciales para producción energética, como, por ejemplo, cardo, paulownia, olmo de Siberia y caña común. "Se trata de saber en qué zonas se adapta mejor cada especie y evaluar su coste, producción e impacto ambiental", explica el coordinador del proyecto. El estudio permitirá realizar un mapa de cultivos energéticos en España para identificar los más idóneos para cada comarca.
Los cultivos para producción de energía soportan pocas plagas y presentan una alta eficiencia en la utilización del agua y de los nutrientes, con lo que la sustitución de cultivos agrícolas tradicionales por estos nuevos puede suponer una reducción significativa del consumo de agua, fertilizantes y plaguicidas por hectárea. "Gran parte de los cultivos energéticos que se están estudiando para implementarse aquí están adaptados a condiciones de secano", apunta Carrasco.
España tiene como objetivo alcanzar en 2010 una producción de 11,18 millones de toneladas equivalentes de petróleo (MTEP) de biomasa, más de la mitad para usos termoeléctricos y 2,2 millones de toneladas para biocarburantes. En 2003 se producían en España 3,98 MTEP. La Unión Europea, por su parte, espera llegar en tres años a los 149 MTEP, frente a las 68 que había en 2003.
Un árbol para la producción de biomasa
El árbol con mayor potencial para biomasa sólida en España es el chopo. Las plantaciones de chopo para energía presentan mayor densidad: unos 20.000 árboles por hectárea, frente a los 1.000 ejemplares por hectárea de los cultivos para madera. Y los turnos de cortas se realizan en períodos más cortos que los madereros.
PÚBLICO, 2-11-2007
Fotografía: Público

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