14 enero 2008

Alta exposición a la energía solar

B. CARREÑO/ A. M. VÉLEZ - 12/01/2008 17:04
Al sol que más calienta. Así están los ahorros de muchos españoles que han invertido en energía fotovoltaica, obtenida gracias al sol. Seguridad y alta rentabilidad (de un 14%, según los expertos) son los principales atractivos que enarbolan sus defensores, frente a la farragosidad administrativa y la formación de una posible burbuja de la que advierten los expertos.
La seguridad del negocio se sustenta en la obligación que tienen las eléctricas de comprar toda la energía producida con este sistema a un precio fijo, apoyado por el Gobierno, muy atractivo para el productor. Además, las comunidades autónomas (que tienen la competencia sobre la instalación de los parques) y los ayuntamientos también subvencionan hasta el 20% del desembolso inicial. Las posibilidades para entrar en el negocio son varias, desde ser minorista (en lugar de comprar acciones compraría kilovatios), hasta montar su propia huerta solar.
Pero, ojo, el ingente número de solicitudes de licencias de empresas y particulares ha colapsado a las Administraciones. La realidad ha superado las previsiones del Gobierno, y frente al objetivo marcado en 2005 por el Plan de Energías Renovables de conseguir 400 megavatios (MW) instalados en 2010, en agosto de 2007 la Comisión Nacional de la Energía constataba que se había alcanzado el 85% de esta meta (338 MW).
Vista la avalancha de peticiones, Industria ha decidido triplicar ese objetivo, hasta 1.200 MW, y reducir las primas con un modelo similar al alemán. El cambio tendrá efecto a partir del próximo 29 de septiembre, lo que ha puesto en pie de guerra a los productores, que dicen que hay proyectos ya aprobados que van a quedarse sin financiación.
Según Industria, con las primas actuales, si se alcanzaran los 2.000 MW instalados el coste para los consumidores sería de 1.000 millones de euros anuales. Esa cifra supone casi el 5% del total de la tarifa eléctrica (22.000 millones) y es similar a las primas que reciben los productores eólicos, que este año alcanzarán unos 13.000 MW instalados. Además, en el sector barajan que se haya realizado la solicitud para al menos otros 6.000 MW de potencia.
Por eso, una de las alternativas con más aceptación es la de ser co-propietario de una huerta que ya tenga licencias, por la que se pide una inversión mínima de 60.000 euros (lo que da derecho a unos 6 kw) y un plazo de amortización (el tiempo que transcurre para recuperar el monto inicial) de 10 años. Los bancos prestan hasta un 80% de la inversión a un tipo aproximado de euribor más un punto porcentual. Varias compañías ofrecen esta posibilidad, como Acciona que ya tiene 2.000 propietarios en sus once huertas solares o la navarra Opde.
Precisamente, Opde publica en la prensa anuncios en los que asegura que si se invierte 90.200 euros se puede ingresar al año hasta 10.023, eso sí, con el precio de venta de la energía previsto para enero de 2008. La inversión se realiza en su planta de Almaraz, en Cáceres, que tendrá una potencia instalada de 20 Mw.Aún mayor es la huerta solar que la empresa Luzentia acaba de inaugurar en La La Hoya de Vicentes, en Jumilla (Murcia). El parque tiene un área de 100 hectáreas (equivalente a 100 campos de fútbol) y 23 Mw de potencia instalada, lo que podrá abastecer al consumo de energía de 20.000 viviendas. Éste es el mayor parque fotovoltaico de Europa y, según sus promotores, el más eficiente. Los parques de Jumilla y Cáceres se encuentran en zonas de alta radiación solar por lo que su capacidad para producir energía será muy elevada.
Hasta 2006, Extremadura tenía tan sólo 614 kwp de potencia instalada, la cuarta parte del País Vasco cuando ambas comunidades se encuentran en los extremos de la intensidad de radiación.Los particulares también pueden acudir a una promotora, que funciona como las inmobiliarias y ofrece proyectos llave en mano. Precisamente, algunas inmobiliarias clásicas como Urbas o Montebalito ya han diversificado hacia este tipo de negocios.En cualquier caso, antes de invertir asegúrese de que los promotores ya tienen comprados los paneles solares, cuya producción está comprometida durante varios años por la falta de silicio, su materia prima.
Las compañías españolas de paneles solares ya no son capaces de abastecer la demanda nacional. Así, la empresa española líder, Isofotón, anunció el viernes que en 2007 sus beneficios había crecido un 41%, ritmo que pretende duplicar en 2008. Pese a todo, la empresa reconoció que aún arrastra "ciertos problemas" derivados de la falta de polisilicio, ya que sólo hay siete u ocho fabricantes en todo el mundo "y sólo dos en España".
PÚBLICO, Domingo 13 de enero de 2008

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