05 febrero 2010

La segunda vida del plástico

EVA M. RULL – MADRID
Las posibilidades que tiene el envase de plástico son infinitas. Si miramos nuestro entorno con atención descubriremos que aquella botella que decidimos tirar al contenedor amarillo ha vuelto a nuestra vida convertida en bolsa de plástico, tubería de descarga, mueble decorativo, drenaje para el césped del jardín del vecino, pantalla acústica que separa nuestra casa de la carretera o plataforma para la parada del autobús.
Además el poder calorífico del plástico (unos 45 megajulios por kg.) es equivalente al del gas natural y está por encima de otros combustibles fósiles.
En España, sólo en 2008, el reciclado doméstico de envases creció un 14 por ciento. Al año, unas 289.000 toneladas de plástico provenientes de los iglús “resucitan”, según datos de Cicloplast, organización sin ánimo de lucro creada en 1996 por la industria del plástico.
La realidad del mercado demuestra que, si bien el residuo tiene una nueva vida asegurada como bolsa de basura o pieza industrial, hay un incipiente sector muy imaginativo que “reencarna” los envases en objetos de lo más dispares. Todo un ejemplo de emprendedores “verdes”.
Industria Clásica
A nivel nacional un total de 27 recicladores homologados convierten nuestros residuos plásticos en granza (pequeñas bolitas de diferentes materiales). La granza en la base de la transformación y su precio, aunque fluctúa, es inferior al de la materia prima virgen. Según el último boletín de Anarpla (Asociación Nacional de Recicladores de Plástico) el precio de la granza reciclada está, según el tipo de polímero, entre los 0,6 y los 0,9 euros el kg. Mientras que la materia virgen se gaga entre 0,9 y 1,3 euros el kg.
RESL (Reciclados Escanero) Y PESL (Plásticos Escanero) son empresa recicladora y empresa transformadora respectivamente. Reciben unas 3.000 toneladas de plástico al año de las que 2.800 salen convertidas en piezas para uso industrial, agrícola y, en menor medida (sólo 3.000 toneladas debido a la crisis), para el sector de la construcción Los productos abarcan desde tubos de aspiración para cocina a cantoneras de embalaje, vallas para la seguridad de las obras y piezas para separar a los animales de granja y para dispensarles comida.
Mobiliario Urbano
Zicla es otra empresa especializada en productos reciclados, ejemplo del uso del plástico en el mobiliario urbano. El polietileno (uno de los polímeros del plástico) se transforma en una encimera para el baño o en la capa que drena el césped del jardín. Uno de los usos más llamativos de esta empresa es una plataforma de autobús molecular autoencajable hacha a base de cable eléctrico, que además cumple las normativas de accesibilidad para minusválidos. La empresa ha sido galardonada por la Generalitat de Cataluña con el Premio Medio Ambiente 2009 por el diseño de unos separadores de carril bici o carril bus que provienen de cable eléctrico y de restos de perfiles de ventana.
El Futuro que Viene
Cicloplast está trabajando en tres proyectos nuevos para el año que viene. Los dos primeros son de investigación: el primero, dentro de los “Cip`Eco-innovación Pilot and market replication projects”, tiene como objetivo mejorar el proceso de fabricación de madera plástica. El segundo nace del acuerdo con varios fabricantes de asfaltos para evaluar el comportamiento de los polímeros para reforzar el firme y para la construcción de carretera nueva.
Por último, ha firmado un acuerdo con Oficemen (Agrupación Española de fabricantes de cemento) ara probar el uso del plástico como combustible en tres cementeras. Una aplicación, la del reciclado energético, en la que España todavía se encuentra a la cola de Europa.
VERDE – LA RAZÓN, Domingo 29 de noviembre de 2009

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