02 febrero 2010

Reciclar: pilas, vidrio y aceite, la segunda división.

POR LD.
La incorporación de las directrices de la Unión Europea en la normativa española sobre gestión de residuos, implica asumir una concepción moderna de priorizar la reutilización, reciclado y valorización de los residuos sobre otras técnicas de gestión.
Un aspecto inseparable de la eliminación de los residuos es la recogida selectiva de los mismos y generalizar el denominado “proceso de las tres R”: reducción de la producción de residuos, reciclaje de los mismos y su posterior reutilización.
Aunque durante los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo para concienciar a la población y se ha generalizado en todos los municipios la recogida selectiva, todavía hay productos cuya necesidad de reciclar no ha calado entre los ciudadanos. Las estadísticas nos señalan que en esa “segunda división del reciclaje” se encuentran el vidrio; el aceite usado y las pilas. Curiosamente, tres de los productos más contaminantes de cuantos van a parar a la basura.
Vidrio 100 por ciento reciclable.
En el caso del vidrio los envases son 100 por ciento reciclables con una gran facilidad de reutilización. Con un gesto tan sencillo como el de separar los tarros, frascos y botellas usados para depositarlos después en los iglúes, reducimos el consumo de energía, ahorramos materias primas y disminuimos la cantidad de basura que termina en los vertederos y contribuimos a no contaminar la atmósfera. Por poner un sencillo ejemplo con la energía que ahorra el reciclaje de una botella, se podría mantener encendida una bombilla de cien vatios durante cuatro horas.
España se ha adaptado a la legislación europea con la entrada en vigor de la Ley de Envases y Residuos de Envases, con la que la recogida selectiva de vidrio y su posterior reciclado, que hasta 1998 era voluntaria, se ha convertido en una obligación para todos los Ayuntamientos. Entidades como la Diputación de Castellón han firmado convenios con empresas como Ecovidrio para gestionar todo este proceso.
Esta empresa es una asociación sin ánimo de lucro encargada de la gestión del reciclado de los residuos de envases de vidrio en toda España. En Ecovidrio están representados todos los sectores relacionados con el reciclado de vidrio: envasadores y embotelladores, recuperadores y fabricantes. Su misión es gestionar eficazmente la recogida selectiva y el reciclado de los residuos de envases de vidrio generados, con el fin de cumplir los objetivos legales del reciclado y ayudar a las empresas a aplicar sus políticas de prevención.
Y es que desde la entrada en vigor de la Ley de Envases en 1998, todos los envasadores tienen obligación de financiar y poner en funcionamiento un sistema de recogida selectiva – y reciclado – de los envases que ponen en el mercado. Esta obligación legal se puede cumplir bien individualmente – sistema de depósito, devolución y retorno – o colectivamente, a través de un sistema integrado de gestión. Actualmente, casi 2.310 empresas españolas confían ya en Ecovidrio para la gestión de sus envases, cuando estos se convierten en residuos.
Aceite doméstico.
En cuanto al aceite vegetal de origen doméstico, uno de los residuos más contaminantes que se generan en el hogar, habitualmente se tira por el fregadero de las casas, aunque se puede reciclar y convertirse en un combustible totalmente ecológico y biodegradable.
Las estadísticas son demoledoras. Un solo litro de aceite doméstico contamina 1.000 litros de agua. Si cada persona puede producir de media unos 4 litros de restos de aceite vegetal al año, las más de 500.000 personas de una provincia como la de Castellón estarán vertiendo más de 2 millones de litros de aceite por el fregadero de casa, contaminando más de de 2.000 millones de litros de agua.
En Europa el biodiésel procedente de este tipo de aceite, se usa ya desde hace diez años, aunque en España es ahora cuando empieza a venderse en las gasolineras como sustituto del diésel.
Para recuperar el aceite doméstico existe un sistema de recogida que trabaja con los principales consumidores de este producto: hoteles, empresas de catering, cocinas industriales y hospitales. Una vez recogido se lleva a una planta gestora de residuos donde se recicla y limpia. Después se traslada a las plantas de biodiésel. Además, en algunas ciudades existen experiencias de recogida domiciliaria a través de los “Puntos Verdes” donde los ciudadanos depositan sus residuos.
Ante esta situación la Diputación de Castellón ha puesto en marcha una campaña de sensibilización que consistirá en la realización de diversas actividades que ayuden a concienciar a los ciudadanos de lo importante que es reciclar el aceite que usamos en la cocina y el grave problema que causamos cuando lo tiramos por el fregadero.
El aceite, recogido en recipientes de plástico, lo debemos llevar a los contenedores habilitados para su recogida o al ecoparque. Por cada tres litros de aceite usado, se pueden obtener dos litros de biodiésel, que reduce las emisiones contaminantes a la atmósfera. Comparado con el gasóleo, este carburante produce un 10 por ciento menos de dióxido de carbono, un 40 por ciento menos de humo y un 98 por ciento menos de dióxido de azufre.
Para reciclar el aceite vegetal usado, diversos municipios de la provincia ya disponen de su propio ecoparque, como Almassora, l´Alcora, Benicarló, Burriana, Castellón, Soneja, La Vall d´Uixó, Vila – Real o Vinarós.
Además del biodiésel el aceite usado también se puede utilizar para la fabricación de jabones, como abono orgánico, lubricante o para la creación de velas, pinturas o barnices.
Por último, las pilas son otro de los productos que los ciudadanos son menos conscientes de que se deben reciclar. Para luchar contra esta situación, los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes de la provincia de Castellón contarán con contenedores para la recogida selectiva de pilas usadas, gracias a una campaña provincial que intenta luchar contra la contaminación que generan, ya que una sola pila usada puede contaminar 6,5 millones de litros de agua, por poner un ejemplo.
Premios municipales
El objetivo de la iniciativa es alcanzar las 500.000 unidades, entre pilas botón y pilas convencionales. Sólo en el año 2008 se han recogido 265.350 pilas convencionales y 118.013 pilas botón, haciendo un total de 383.363 pilas en las instalaciones coordinadas por la Diputación. Para fomentar la recogida selectiva la Diputación ha creado un premio de 2.000 euros para el municipio que más pilas recicle.
Para identificar y dar a conocer esta red, la Diputación ha diseñado un logotipo que, en forma de adhesivo interior cada establecimiento colocará en su puerta para que el ciudadano lo identifique como centro colaborador. Además, complementando esta compaña, se ha diseñado un díptico explicativo que da a conocer la problemática ambiental de las pilas usadas mal gestionadas así como de la red de centros colaboradores. Esta campaña se completa con la edición de pegatinas con el mismo logotipo. En la página web del área de Medio Ambiente se dará a conocer la campaña y los centros que forman la red, que facilitará la información al ciudadano sobre dónde depositar las pilas usadas.
Las pilas usadas es uno de los mayores contaminantes que existen en el planeta, según el vicepresidente segundo y diputado de Medio Ambiente, Vicent Aparici. Las pilas son fabricadas con elementos químicos considerados como tóxicos, de hecho, el 30 por ciento de su contenido son materiales que causan daños a la salud y el medio ambiente. Existen estudios que muestran que un 35 por ciento de la contaminación por mercurio es ocasionada por las baterías que se incineran con la basura doméstica.
Una reacción en cadena
El esfuerzo de los ciudadanos de depositar los residuos de vidrio en los contenedores tiene su contraprestación en todos los beneficios medioambientales que tiene reciclar vidrio, según destaca la empresa Ecovidrio, una asociación sin ánimo de lucro encargada de gestionar el reciclado de estos residuos en toda España. Además de energía, se ahorran materias primas y se evita la destrucción de terrenos por extracción (por cada 3.000 botellas se recicladas se ahorra más de una tonelada de materias primas). También se reducen los residuos que van a aparar a los vertederos (3.000 botellas recicladas son 1.000 kilogramos monos de basura) y se reduce la contaminación del aire hasta en un 20 por ciento, al quemar menos combustible para la fabricación de nuevos envases.

NATURAL – ABC, Viernes 13 de noviembre de 2009

1 comentario:

Luxin dijo...

Donde puedo reciclar las pilas, soy de concepción y todavía he visto un lugar donde pueda dejarlas, saludos