08 febrero 2008

El PP plantará 500 millones de árboles, 14.000 a la hora durante cuatro años

CRISTINA DE LA HOZ
MADRID. Frente a la plantación de 45 millones de árboles (uno por cada español) que el presidente del Gobierno lleva en su programa electoral, el líder del PP comprometió ayer un plan de reforestación de España que pasará por plantar 500 millones a lo largo de la legislatura, esto es, más de diez árboles por habitante.
En la carrera de propuestas en que se está convirtiendo esta campaña electoral, Mariano Rajoy presentó ayer un amplio paquete para luchar contra el cambio climático, una vez asumido que, aunque ni siquiera su primo ni los diez mejores científicos del mundo puedan saber al cien por cien el tiempo que va a hacer mañana en Sevilla, hay signos inequívocos de la intervención del hombre en el calentamiento global del planeta.
Tal es así que Rajoy acogió en Madrid una reunión de representantes del Partido Popular Europeo en la que se trató de forma monográfica esta cuestión y se aprobó un documento bajo el elocuente título «Nuestra responsabilidad hacia las generaciones futuras».
Fue en este foro donde el candidato popular anunció su promesa de impulsar, en caso de llegar al Gobierno, una Ley Integral de Lucha contra el Cambio Climático. Rajoy recordó que España «lidera la lista negra» de países europeos que incumplen los compromisos del Protocolo de Kioto, según un informe que la Comisión Europea dio a conocer en noviembre del año pasado justo el mismo día en que José Luis Rodríguez Zapatero presentaba la nueva instalación fotovoltaica de La Moncloa.

Coto a las emisiones
A través de la Ley Integral, Rajoy podrá en marcha ese ambicioso plan de reforestación que multiplica por diez la propuesta socialista (y obligaría a plantar algo más de 14.000 árboles a la hora durante los cuatro años de legislatura). Pero hay más, como el compromiso de reducir en un 20 por ciento de aquí al 2020 las emisiones de gases de efecto invernadero o destinar 375 millones de euros anuales a un Fondo para el Patrimonio Natural destinado a actuar preventivamente contra incendios forestales y a la gestión y aprovechamiento sostenible de los montes.
Tras recordar que fue el primer Gobierno del PP el que creó un Ministerio de Medio Ambiente (del que su coordinador de programa, Juan Costa, fue titular), avanzó otros aspectos de su promesa electoral, como la aprobación de una Ley básica de Eficiencia Energética para que en ese año 2020 el 20 por ciento de la energía provenga de fuentes renovables. Este plan de eficiencia se promovería también en los edificios de la Administración general del Estado, que además irá montada en vehículos ecológicos o que usen biocombustible.
En el sector del transporte se pondrá en marcha otro plan, este de renovación ecológica de coches para incentivar la desaparición de nuestras carreteras de los vehículos más contaminantes, en la línea de las actuales medidas de rebaja del impuesto de matriculación a los más ecológicos, aunque a cambio de quitar el plan Prever. Además, se solicitaría a la Comisión Europea la aplicación del tipo reducido de IVA para los electrodomésticos de mayor eficiencia energética; se trataría el 100 por cien de los residuos que se producen en España, y se pondría en marcha un proyecto llamado «Costa natura» de conservación y recuperación de espacios litorales. Mariano Rajoy presentó a su partido como «la mejor garantía» para afrontar con éxito los desafíos del cambio climático. «Los populares -dijo- lo hacemos sin dogmatismos ni alarmismos».
Para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, el candidato popular calificó de esenciales iniciativas como apostar por las energías libres y bajas en carbono, esto es, las renovables, la mejora de la eficiencia energética y un comercio de emisiones ampliado y reforzado. No hubo, ni de lejos, referencias a la energía nuclear, aunque el análisis de la dependencia energética de Europa «y de España en particular» es uno de los argumentos de mayor peso a tener en cuenta. En efecto, los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas....) no sólo vienen de «regiones políticamente inestables», son, además, una amenaza para el clima y el entorno y, también, «para nuestras economías y para el horizonte que se dibuja en el futuro de nuestro bienestar».
La reunión en Madrid del PPE permitió a Rajoy cosechar nuevos apoyos entre sus socios europeos, entre ellos, el del primer ministro de Holanda, Jan Peter Balkenende, y del presidente del PP, Wilfried Martens. En este acto también intervino el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, que defendió que el agua «es un recurso fundamental para nuestra prosperidad». Explicó que su comunidad es la frontera sur verde de Europa y que, por tanto, intervenir en esta zona es defender a la Unión de la desertización. No hubo, sin embargo, referencias al trasvase del Ebro, que no se citará expresamente en el programa popular que se presenta mañana.

Una reforestación factible
POR ARACELI ACOSTA
MADRID. El tercer inventario forestal nacional cifra los árboles que hay en nuestro país en 6.716 millones. Por tanto, la propuesta realizada ayer por el líder del Partido Popular supondría plantar en los próximos cuatro años poco más del 7 por ciento del número de pies que hay en la actualidad.
Aunque pueda parecer una cifra muy alta, no lo es tanto y es un empeño «perfectamente viable», según dijo a ABC el secretario general del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, Raúl de la Calle. Para que se hagan una idea, en el año 1999, según los datos del segundo inventario forestal, había en España 5.088 millones de árboles. Esto es, en ocho años se han plantado más de 1.600 millones de ellos. Como ejemplo baste decir que sólo en la Comunidad Valenciana se han plantado en este tiempo 80 millones de ejemplares, alcanzando la cifra de 231 millones.
Son datos del propio Ministerio de Medio Ambiente. Sin embargo, ayer, el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, dio a entender que no hay suelo disponible. En declaraciones a Efe, aseguró que «el problema no es decir cuántos árboles se plantan, sino disponer de los terrenos y de la superficie necesaria».

Avance en política forestal
Según las estimaciones que se realizan en el plan forestal actualmente vigente, estos 500 millones de árboles podrían ocupar una superficie de 350.000 hectáreas. Y hay que tener en cuenta, además, que los procesos de erosión y desertización acaban cada año con 45.000 hectáreas de bosque.
Unas cifras que llevan al secretario general de los Ingenieros Técnicos Forestales, que precisamente forman parte del Foro de Bosques y Cambio Climático, a afirmar que es una propuesta que «nos llena de alegría» pues supone «un avance en política forestal, de la que sólo se acuerdan cuando se producen incendios en verano». Insistió en que la tarea no es inasumible, y en que hay multitud de empresas forestales para realizar este tipo de trabajo.
En cuanto a las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que la plantación de esta cantidad de árboles podría absorber, De la Calle no se atrevió a dar cifras, puesto que todo dependerá de las especies que se planten, de su crecimiento, etc. Si seguimos el cálculo realizado por el PSOE en su programa electoral, que habla de plantar 45 millones de árboles que podrían captar 3,6 millones de toneladas de CO2, la propuesta de 500 millones de árboles supondría un sumidero de 40 millones de toneladas de carbono.
Sin embargo, y salvando que no se ha especificado de qué especies se tratará en ninguno de los dos casos, si se sigue la estimación de los ingenieros forestales, que hablan de que 200 pinos carrasco absorben una tonelada de CO2, la captura de este gas se quedaría en 225.000 toneladas para los árboles del PSOE y en 2,5 millones de toneladas para los árboles del PP.
ABC, Viernes 8 de febrero de 2008

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