26 octubre 2007

Sarkozy presenta su «revolución verde»

Álvaro del Río París
Francia no quiere ser «tan mediocre como los demás sino estar a la cabeza y ser ejemplar» en materia de ecología. El presidente galo, Nicolas Sarkozy, sentenciaba ayer con esta frase su determinación para hacer del medioambiente una prioridad política tal y como se comprometió durante la campaña electoral. Después de tres meses de negociaciones, discusiones y debates entre ONG, expertos, sindicatos, patronal y las distintas administraciones del Estado, ayer el dirigente francés clausuró una cumbre inédita, llamada «Grenelle del Medioambiente» -en alusión a los acuerdos alcanzados en 1968 en materia laboral en torno a una reunión también multilateral- que alumbró un catálogo de medidas y propuestas destinadas a luchar contra el cambio climático y sus desafíos. Sarkozy contó ayer con el aval europeo en la persona del presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso, y el apoyo del ex vicepresidente estadounidense y premio Nobel de la Paz 2007, Al Gore, que llamó, tras ensalzar la iniciativa francesa, a un «Grenelle mundial» ecológica.
La de Sarkozy es una «revolución verde» que empezará aplicando a su propio Ejecutivo porque de lo que se trata es de cambiar «la manera de pensar y de decidir». Todas las decisiones y proyectos públicos que se acometan a partir de ahora, según Sarkozy, serán sometidos a una evaluación en términos de coste medioambiental y si no responden a los criterios, no saldrán adelante.

- Fiscalidad ecológica El postulado del presidente francés es claro: quien contamine que pague. Y aprovechando la presencia de Durao Barroso lanzó la propuesta de crear a nivel europeo un impuesto que penalice los productos de importación procedentes de países que no respeten el protocolo de Kioto y al contrario establecer un IVA reducido para los productos que sean limpios y ecológicos, con el objetivo de aumentar su consumo. Sarkozy dejó claro que no quiere aumentar la presión fiscal en Francia, pero sí se mostró a favor de una «tasa clima-energía» que se aplicaría a los productos más contaminantes, los que más dióxido de carbono emiten, y en general los que consuman más energía de combustibles fósiles. Este nuevo gravamen estaría compensando con una reducción de los impuestos del trabajo.

- Transportes Francia apostará por la vía ferroviaria y fluvial como alternativa al transporte por carretera. El presidente galo anunció el desarrollo de una nueva línea férrea norte-sur y la construcción de 2.000 kilómetros de vía de alta velocidad en 2020. El objetivo es reducir el tránsito de vehículos pesados de mercancías por las carreteras y esbozó imponer una eco-tasa a los camiones que atraviesen el país con otros destinos.

- Energía Nicolas Sarkozy quiere que Francia sea líder en el desarrollo de energías renovables, y superar el objetivo del 20% del consumo energético en 2020 estipulado por Bruselas, con un programa nacional ambicioso. Sin embargo, no renunciará a la energía nuclear.

- Agricultura Pese a las fricciones y la discordia suscitada en las últimas negociaciones de esta cumbre entre agricultores y ecologistas, el presidente francés ha hecho suyo el compromiso de reducir a la mitad, de aquí a diez años en la medida de lo posible, la utilización de tratamientos con pesticidas, que contaminan tanto las aguas como el suelo. Mayor consenso hubo a la hora de decidir el aumento de la superficie de terreno que se dedicará a la agricultura biológica que pasará del 2% actual al 6% en 2012 y al 20% en 2020.
LA RAZÓN, viernes 26 de octubre de 2007

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