22 diciembre 2009

Copenhague decepciona al mundo

París.- El acuerdo mínimo que resultó tras la conferencia sobre el cambio climático en Copenhague ha sido criticado alrededor del mundo por ser elaborado a puerta cerrada por un puñado de potencias ricas y emergentes que marginaron a los países en desarrollo y asestaron un golpe a la Organización de Naciones Unidas (ONU), al no fijar compromisos vinculantes.
El documento final reconoce la necesidad de contener el calentamiento global en dos grados, respecto a la era preindustrial. Sin embargo no se estipulan plazos ni garantías de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, dijo AFP.
En materia económica el texto estipula una ayuda inmediata de 30.000 millones de dólares en un período de tres años (2010-2012) para los países en desarrollo y una meta progresiva de 100.000 millones anuales a alcanzar en 2020.
Trabajo duro
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, señaló que su organización tiene mucho trabajo que hacer en los próximos meses tras el reciente fracaso de la cumbre climática celebrada en Copenhague, apuntó DPA. "Algo aprendí de Copenhague: los políticos estaban unidos en sus objetivos, pero no en sus acciones", dijo Ban, para quien , sin embargo, la cumbre fue un éxito, ya que aunque no se pudo cumplir con todos los deseos de los países participantes se han dado "pasos" en la dirección correcta, señaló.
Ban pidió que los políticos de los estados líderes del mundo concentren ahora "todas sus fuerzas" en alcanzar en 2010 un acuerdo legal vinculante y rechazó las acusaciones de que la cumbre estaba dirigida por los intereses económicos de empresas y países puntuales.
Europa quiere cambios
No todos los políticos se muestran tan optimistas como Ban. Ejemplo de esta inconformidad son los altos funcionarios de la comisión europea quienes pidieron una reforma de la ONU tras el reciente fracaso de la cumbre, en medio de fuertes críticas del Reino Unido contra países emergentes como China por el papel que jugaron.
Los representantes de la Comisión Europea consideran que países productores de petróleo y energía como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, y Sudán tenían una estrategia de bloqueo y utilizaron a Naciones Unidas para sus propios fines.
Mientras que el primer ministro británico, Gordon Brown, calificó la cumbre como "caótica". Brown pidió además la creación de una "instancia central" para dirigir futuras negociaciones. "Una de las cosas que me frustraron fue que no hubiera una instancia global con la responsabilidad total de la política medioambiental", agregó.
El ministro de Medio Ambiente de Reino Unido, Ed Miliband, acusó antes a China de haber vetado un acuerdo sobre la reducción de gases de efecto invernadero, con lo que evitó que pudiera firmarse un acuerdo. Según explicó Miliband al diario británico The Guardian, la mayor parte de los países estaban convencidos de que es necesario un acuerdo vinculante para luchar contra el cambio climático. Sin embargo "algunos países emergentes líderes no lo aprueban todavía", apuntó. Miliband también calificó a la cumbre de "caótica" y aseguró que su país no permitirá a las naciones que están en contra de un acuerdo que bloqueen "el progreso global". "No podemos volver a permitir que las negociaciones sobre puntos sustanciales sean secuestradas de esta forma", aseguró el titular de Ambiente.
Prensa inquisitiva
Los medios impresos también se hicieron eco de las críticas ante el acuerdo de Copenhague. "La lucha contra el cambio climático queda congelada", titulaba en portada el diario español El Mundo, mientras que El País acusaba en su primera página a Estados Unidos "de imponer al mundo su ley ante el cambio climático". El presidente estadounidense Barack "Obama resuelve con China la cumbre sin contar con Europa", agregaba el diario español, que en su editorial, titulado "la cumbre parió un ratón", lamentaba que "el acuerdo de mínimos de Copenhague ni siquiera fijara objetivos de reducción de emisiones". El diario francés Le Monde coincidía en señalar que "el acuerdo consagra la marginación de la Unión Europa" y que la reunión "ilustró la creciente fuerza de China". S
erá el año que viene en México cuando las naciones volverán a discutir el clima, con la ambición de que quizás en esta oportunidad se logren avances importantes.
EL UNIVERSAL, Martes 22 de diciembre de 2009

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