12 diciembre 2009

"No hay un planeta B"

R. MÉNDEZ / C. ÁLVAREZ - Copenhague -
"No hay Planeta B". La pancarta que lleva Miquel, un mallorquín de 26 años, resume la petición de los manifestantes que se concentran desde las 11.00 frente al Parlamento danés. Las pancartas estaban preparadas con distintos lemas, como "Cambia a los políticos, no el clima" o "Planeta, no beneficio". Miles de personas se manifiestan para pedir a la Cumbre del Clima que endurezca su compromiso de reducción de emisiones. Mukhct, que dice ser un refugiado somalí residente en Alemania, ha llegado para denunciar que África será la gran perdedora con el calentamiento global: "Tenemos que comprometer a los políticos". ONG como Greenpeace tienen su espacio en el que los tambores suenan y reparten caldo a los manifestantes ante el frío danés. Micha tiene 21 años y ha llegado desde Alemania. Va disfrazado de oso polar, uno de los trajes más recurrentes en estas cumbres. "El oso polar es el símbolo del calentamiento".
Junto a ecologistas se concentran manifestantes antiglobalización y comunistas (pese a que caída del bloque soviético redujo drásticamente las emisiones de esos países). Satya, un belga de 25 años, está con el grupo que pide cambiar el sistema: "Se habla mucho del clima, pero hay que hablar más del sistema. Estamos llegando al fin de un modelo económico y político y tenemos que repensarlo todo. No digo que vayamos al comunismo o al socialismo, sino repensarlo".
La concentración es a esta hora pacífica y festiva. Ayer la policía detuvo a 75 personas en el primer día de manifestaciones en el que el lema era "Nuestro clima, no tu negocio", en alusión a un encuentro paralelo de empresarios que se celebró en la ciudad danesa. La policía ha avisado que "esto no será Seattle", en alusión a los disturbios de 1999 durante una cumbre de la Organización Mundial del Comercio.
Un helicóptero vigila hoy la concentración. Pero los manifestantes han anunciado una "marcha pacífica" hacia el centro en el que se celebra la cumbre, a las afueras de la ciudad. "No está autorizada y puede haber problemas", explica Satya cuando se le pregunta por qué lleva pegada en su mochila el teléfono de un abogado. Satya elude la pregunta de si habrá violencia hoy: "¿Qué es violencia? ¿Si rompo el cristal de un coche es violencia pero si una petrolera le quita la tierra a los indígenas no? Vivimos en un sistema violento".
EL PAÍS, Sábado 12 de diciembre de 2009
Imagen: El País

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